BRASILIA.- Miles de personas se han manifestado en varias ciudades brasileñas para protestar por la subida del
precio del transporte público y por el elevado coste de la organización
de la Copa Confederaciones, que se celebra estos días, y del Mundial de
Fútbol de 2014.
La manifestación más multitudinaria ha tenido lugar en Río de
Janeiro, donde 100.000 personas han tomado las calles para protestar por
el elevado coste de organizar dichos eventos deportivos y, además, por
el aumento del precio del transporte público de 2,75 a 2,95 reales.
Los manifestantes han recorrido con flores en las manos el centro
de la ciudad carioca en dirección a Cinelândia. Sin embargo, se han
producido disturbios con pequeños grupos que han intentado desviarse del
trayecto autorizado.
A la altura de la Quinta da Boa Vista un grupo de manifestantes ha
intentado llegar hasta el estadio de Maracaná, donde ayer ya hubo
enfrentamientos, por lo que un Batallón de Choque de la Policía Militar
se lo ha impedido con gases lacrimógenos y gas pimienta.
Poco después, otro grupo de manifestantes ha intentado llegar a la
Asamblea Legislativa. Los uniformados han lanzado gases lacrimógenos
para contenerlos, pero éstos han respondido con cócteles molotov y han
alcanzado la escalinata del congreso regional, donde han prendido fuego a
un coche. Al menos cinco policías han resultado heridos.
En Brasilia, 10.000 personas, entre ellos cientos de estudiantes
de secundaria, han marchado contra la corrupción, el precio del
transporte público y las consecuencias para la Hacienda Pública de la
celebración de dichos eventos deportivos.
Un grupo de manifestantes ha llegado hasta el Congreso Federal,
que estaba protegido por un cordón policial. A pesar de ello, han
conseguido subir la escalinata y llegar al techo. Los uniformados han
empleado gases lacrimógenos y gas pimienta para sacarlos de ahí.
Las autoridades brasileñas han decidido cortar la luz de la
fachada principal del Congreso Federal para favorecer la actuación
policial, si bien, se han producido algunos desperfectos, como la rotura
de los cristales de la entrada principal.
También se han producido disturbios en Belo Horizonte, donde unas
20.000 personas se han manifestado contra la subida del precio del
transporte público y los gastos generados por la Copa Confederaciones,
el Mundial de Fútbol y las Olimpiadas de 2016.
Los manifestantes han intentado llegar al estadio de Mineirao,
donde se ha celebrado el partido de fútbol entre Nigeria y Taití. La
Policía Militar ha usado gases lacrimógenos y balas de goma para
impedirlo. En el marco del enfrentamiento, uno de los manifestantes ha
caído por el viaducto, pero el Cuerpo de Bomberos lo ha rescatado.
En Porto Alegre, 15.000 personas han clamado frente al
Ayuntamiento contra el precio del transporte público, los eventos
deportivos y los partidos políticos. Los disturbios se han desatado
cuando un grupo se ha desviado por la Avenida Ipiranga. Los agentes han
lanzado gases lacrimógenos y balas de goma. En otro punto, los
manifestantes han quemado una sucursal bancaria y locales comerciales.
En Maceió, 3.000 personas han marchado contra la subida del
transporte público, la corrupción entre los altos cargos que se encargan
de organizar los eventos deportivos y la violencia policial. Un hombre
ha recibido un disparo, pero todavía no se ha identificado al autor.
Sao Paulo, epicentro de las protestas, ha acogido a 65.000
personas que han marchado contra la subida del precio del transporte
público de 3 a 3,20 reales y contra la violenta represión de la
manifestación del pasado viernes. En este caso, la marcha ha
transcurrido de forma pacífica, aunque bajo una fuerte vigilancia.
También ha habido manifestaciones multitudinarias en las ciudades
de El Salvador, con 5.000 personas, y en las de Belem, Victória y
Curitiba, con una afluencia menor, todas ellas pacíficas, de acuerdo con
la prensa brasileña.
Heridos y detenidos
Al menos 29 personas han resultado heridas y 20 han sido detenidas por los disturbios que se han producido en el marco de la manifestación que se ha celebrado anoche en Río de Janeiro contra la subida del precio del transporte público y el elevado coste de organización de la Copa Confederaciones, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016.
Alrededor de 100.000 personas --según los convocantes-- han tomado las calles de la ciudad carioca para protestar por el elevado coste de organizar dichos eventos deportivos y, además, por el aumento del precio del transporte público de 2,75 a 2,95 reales.
Los manifestantes han recorrido con flores en las manos el centro de Río de Janeiro en dirección a Cinelândia. Sin embargo, se han producido disturbios con pequeños grupos que han intentado desviarse del trayecto autorizado.
A la altura de la Quinta da Boa Vista un grupo de manifestantes ha intentado llegar hasta el estadio de Maracaná, donde ayer ya hubo enfrentamientos, por lo que un Batallón de Choque de la Policía Militar se lo ha impedido con gases lacrimógenos y gas pimienta.
Poco después, otro grupo de manifestantes ha intentado llegar a la Asamblea Legislativa. Los uniformados han lanzado gases lacrimógenos para contenerlos, pero éstos han respondido con cócteles molotov y han alcanzado la escalinata del congreso regional, donde han incendiado un coche.
Los disturbios se han extendido a los alrededores de la Asamblea Legislativa, con la quema de más coches y de mobiliario público y ataques a sucursales bancarias y locales comerciales, de acuerdo con la cadena O'Globo.
En total, 29 personas han resultado heridas --20 policías militares y nueve manifestantes-- algunos de ellos por impactos de bala, según la Secretaría de Seguridad.
Además, 20 personas han sido detenidas, entre ellos varios jóvenes que aseguran que han sido arrestado de forma arbitraria porque simplemente se encontraban en los alrededores del congreso regional.
Son legítimas
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha considerado "legítimas" las manifestaciones contra la subida del precio del transporte público y el elevado coste de la celebración de la Copa Confederaciones, que se celebra estos días, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016.
"La presidenta considera las manifestaciones pacíficas con legítimas y propias de la democracia y que es propio de los jóvenes que se manifiesten", ha dicho la secretaria de Comunicación Social, Helena Chagas, en declaraciones recogidas por la Agencia Brasil.
Además, ha revelado que Rousseff se ha reunido este lunes con el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, para que le informara del transcurso de las manifestaciones que se han celebrado en las últimas horas en varias ciudades brasileñas.
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, ha admitido la "preocupación" del Gobierno por estas protestas y ha hecho un llamamiento al diálogo a los promotores de las mismas para abordar "los anhelos" que han llevado a la gente a las calles.
Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo contra la subida del precio del transporte público, pero, tras la violenta represión de la manifestación del pasado viernes, que ha dado lugar a una investigación en la Policía Militar, las marchas han ampliado su alcance.
Este lunes, miles de personas tomaron las calles de las principales ciudades para protestar contra el precio del transporte público, los eventos deportivos, la corrupción y los partidos políticos. En Brasilia ha habido disturbios en el Congreso Federal y en Río de Janeiro frente a la Asamblea Legislativa.
Heridos y detenidos
Al menos 29 personas han resultado heridas y 20 han sido detenidas por los disturbios que se han producido en el marco de la manifestación que se ha celebrado anoche en Río de Janeiro contra la subida del precio del transporte público y el elevado coste de organización de la Copa Confederaciones, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016.
Alrededor de 100.000 personas --según los convocantes-- han tomado las calles de la ciudad carioca para protestar por el elevado coste de organizar dichos eventos deportivos y, además, por el aumento del precio del transporte público de 2,75 a 2,95 reales.
Los manifestantes han recorrido con flores en las manos el centro de Río de Janeiro en dirección a Cinelândia. Sin embargo, se han producido disturbios con pequeños grupos que han intentado desviarse del trayecto autorizado.
A la altura de la Quinta da Boa Vista un grupo de manifestantes ha intentado llegar hasta el estadio de Maracaná, donde ayer ya hubo enfrentamientos, por lo que un Batallón de Choque de la Policía Militar se lo ha impedido con gases lacrimógenos y gas pimienta.
Poco después, otro grupo de manifestantes ha intentado llegar a la Asamblea Legislativa. Los uniformados han lanzado gases lacrimógenos para contenerlos, pero éstos han respondido con cócteles molotov y han alcanzado la escalinata del congreso regional, donde han incendiado un coche.
Los disturbios se han extendido a los alrededores de la Asamblea Legislativa, con la quema de más coches y de mobiliario público y ataques a sucursales bancarias y locales comerciales, de acuerdo con la cadena O'Globo.
En total, 29 personas han resultado heridas --20 policías militares y nueve manifestantes-- algunos de ellos por impactos de bala, según la Secretaría de Seguridad.
Además, 20 personas han sido detenidas, entre ellos varios jóvenes que aseguran que han sido arrestado de forma arbitraria porque simplemente se encontraban en los alrededores del congreso regional.
Son legítimas
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha considerado "legítimas" las manifestaciones contra la subida del precio del transporte público y el elevado coste de la celebración de la Copa Confederaciones, que se celebra estos días, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016.
"La presidenta considera las manifestaciones pacíficas con legítimas y propias de la democracia y que es propio de los jóvenes que se manifiesten", ha dicho la secretaria de Comunicación Social, Helena Chagas, en declaraciones recogidas por la Agencia Brasil.
Además, ha revelado que Rousseff se ha reunido este lunes con el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, para que le informara del transcurso de las manifestaciones que se han celebrado en las últimas horas en varias ciudades brasileñas.
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, ha admitido la "preocupación" del Gobierno por estas protestas y ha hecho un llamamiento al diálogo a los promotores de las mismas para abordar "los anhelos" que han llevado a la gente a las calles.
Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo contra la subida del precio del transporte público, pero, tras la violenta represión de la manifestación del pasado viernes, que ha dado lugar a una investigación en la Policía Militar, las marchas han ampliado su alcance.
Este lunes, miles de personas tomaron las calles de las principales ciudades para protestar contra el precio del transporte público, los eventos deportivos, la corrupción y los partidos políticos. En Brasilia ha habido disturbios en el Congreso Federal y en Río de Janeiro frente a la Asamblea Legislativa.
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