MADRID.- El expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, sufre un "empeoramiento neurológico progresivo" que se mantiene en las últimas horas, según el último parte médico firmado por la doctora I. de la Azuela.
El portavoz de la familia Suárez, Fermín Urbiola, ha manifestado que esta comunicación se ha realizado para cumplir con el "deseo de transparencia" de los familiares sobre la evolución del expresidente.
Unas horas antes, el portavoz ha agradecido las muestras de cariño
que llegan a la familia desde dentro y fuera de España, mientras que ha
reiterado que la vida del expresidente del Gobierno está "en manos de Dios".
El portavoz ha dado las gracias a los medios que se
encuentran en las inmediaciones de la clínica Cemtro, de Madrid, en donde
permanece ingresado Suárez, por "el tiempo" que están dedicando, y ha
subrayado que la familia nota el calor de la prensa.
Urbiola también ha agradecido el respeto a la intimidad en la que la familia está pasando las últimas horas al lado del expresidente del Gobierno.
La vida de Adolfo Suárez se apaga lentamente. La
clínica Cemtro emitió a las 20.30 horas un primer comunicado en
el que informó de que Adolfo Suárez experimentó «un empeoramiento
neurológico progresivo». Un diagnóstico que confirma lo adelantado ayer
viernes por su hijo, Adolfo Suárez Illana. El expresidente del Gobierno
se encuentra en estado crítico irreversible, aunque estable dentro de su
gravedad. «El desenlace puede ser inminente», declaró visiblemente
emocionado el hijo.
El escueto parte médico, el primero desde que el
duque de Suárez ingresó el pasado lunes aquejado de una neumonía,
indicó: «Tal y como se anunció ayer (por el viernes) respecto a la
evolución y el pronóstico de la situación clínica de Adolfo Suárez
González, el paciente ha sufrido un empeoramiento neurológico que se
mantiene en las últimas horas».
Horas antes, el doctor Pedro Guillén, fundador de
la clínica Cemtro y amigo personal del expresidente del Gobierno,
aseguró que Adolfo Suárez «se está apagando lentamente, esa es la pura
realidad». Negó, visiblemente emocionado, que estuviera intubado.
«Respira solo», acotó el facultativo.
Los cuatro hijos de Adolfo Suárez y su nuera
Isabel, casada con su primogénito, permanecieron durante toda la jornada
de ayer en el hospital. Hicieron turnos para que el expresidente nunca
estuviera solo. La familia agradeció las muestras de cariño que están
llegando «tanto nacional como internacionalmente», así como la labor de
los medios de comunicación que cubren la información. «Saben que estáis
informando con cariño», apostilló Fermín Urbiola, portavoz de los
Suárez-Illana.
Mientras se espera el fatal desenlace, las
instituciones del Estado se preparan para despedir al primer jefe del
Ejecutivo elegido democráticamente en España desde 1936.
Su despedida seguiría el guión que homenajeó al también exjefe del Ejecutivo, Leopoldo Calvo Sotelo, cuando falleció en el 2008.
La previsión es que el Gobierno decrete luto
nacional y que el féretro con los restos mortales de Suárez sea
trasladado al Congreso, donde, cubierto por la bandera de España, sería
recibido por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los
presidentes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García
Escudero, respectivamente.
También es previsible la presencia de los Reyes y
de otras altas autoridades del Estado. El féretro accedería al edificio a
hombros de militares por la Puerta de los Leones, que sólo se abre
cuando el Rey visita la cámara o en las jornadas anuales de puertas
abiertas.
El funeral de Estado por el expresidente se oficiaría en la
catedral de la Almudena.
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