LONDRES.- Un grupo de activistas medioambientales rodearon hoy con vallas la
casa de campo del primer ministro británico, David Cameron, para
convertirla en una "zona de fracking", en protesta contra las
extracciones de gas esquisto.
Miembros de la organización
Greenpeace se presentaron en el exterior de esa residencia en
Oxfordshire (sur de Inglaterra), ataviados con cascos y chalecos
reflectantes, para sellar la entrada con vallas de metal marcadas como
propiedad de la empresa ficticia "Frack&Go".
"Pedimos
disculpas por cualquier inconveniente que podamos causar mientras
extraemos gas bajo su vivienda", se leía en uno de los carteles que
instalaron frente a la vivienda familiar del primer ministro, según
recogen los medios británicos.
La protesta se desarrolló la misma
jornada en la que la reina Isabel II leyó en el Parlamento de
Westminster el plan del Ejecutivo de Cameron para el próximo curso
legislativo.
Los analistas esperaban que entre los proyectos del
Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas se
anunciara una polémica ley que permitirá la extracción de gas por
fracturación hidráulica (fracking) bajo viviendas privadas sin permiso
de los propietarios, pero Cameron decidió posponer esa normativa.
"Cameron
quiere sustraerle a la gente su derecho a impedir que las compañías de
hidrofracturación perforen bajo sus casas. Seguro que no le importará
que comencemos esa revolución de la hidrofracturación en su propio
jardín", dijo el activista Simon Clydesdale.
El portavoz de
Greenpeace sostuvo que "la hidrofracturación no aportará energía a una
escala significativa hasta dentro de años, si es que lo llega a hacer".
"En
ese tiempo, tenemos que haber cambiado los combustibles fósiles
contaminantes por una energía limpia, de alta tecnología, si queremos
hacer frente al peligroso cambio climático", afirmó el activista
medioambiental.
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