PARÍS.- España es uno de los países desarrollados que más está sufriendo con
la crisis económica. A esta difícil situación, que los ciudadanos
perciben en su realidad diaria, le ha puesto cifras la Organización para
la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en dos informes publicados
este jueves.
La devaluación salarial que se ha impuesto desde la
reforma laboral aprobada en 2012 continúa muy presente. España fue el
segundo país de la OCDE donde más cayó la remuneración salarial en el
primer trimestre de este año (0,6%), siendo superada sólo por Grecia,
con una caída del 2,6%, mientras que los salarios subieron de media un
0,3% en el conjunto de la OCDE y un 0,4% en la zona euro.
Los costes laborales bajaron un 0,8% en España (por el recorte
salarial del 0,6% y una mejora de la productividad del 0,2%) frente al
encarecimiento del 2,4% en Noruega o el 1,1% en Estados Unidos.
La rebaja salarial y el aumento del número de parados registrado
durante la crisis han provocado un aumento de la pobreza y de las
desigualdades. Precisamente el país de la OCDE donde más se
incrementaron las desigualdades en el periodo 2007-2011 fue España, con
un incremento de ocho puntos porcentuales, mientras que en Irlanda o
Grecia -dos países que han tenido que ser rescatados- el aumento ha sido
de cinco puntos medido en el índice de Gini, que se basa en los
ingresos percibidos en términos de mercado. Normalmente, los estados
utilizan los impuestos y las subvenciones o ayudas públicas para
realizar cierta redistribución de la riqueza y reducir las
desigualdades. Medido en términos de ingresos disponibles, después de
impuestos y transferencias, España sigue siendo el país de la OCDE donde
más aumentaron las desigualdades en esos años: cuatro puntos
porcentuales. Le siguen Francia, Hungría y Eslovaquia, con dos puntos.
En 2011, el último año para el que existen datos comparativos, las
desigualdades aumentaron sobre todo en Grecia (3 puntos porcentuales en
el índice de Gini) y en España (1,5 puntos), mientras que en el conjunto
de la OCDE permanecieron casi estables.
La principal razón de la agudización de las desigualdades en España,
según los responsables del estudio, es la pérdida masiva de empleos que
ha dejado a muchos hogares sin ingresos -en estos momentos hay 768.000
familias donde ninguno de sus miembros tiene ingresos-. Además, la larga
duración de la crisis ha provocado que los parados que en la primera
fase de la crisis percibían la prestación por desempleo o un subsidio
hayan dejado de recibirlo. A lo que se suma la desaparición de
transferencias y ayudas sociales como el ‘cheque bebé’ y los cambios
fiscales que han perjudicado a los grupos sociales menos favorecidos.
En todo caso, los países con mayores desigualdades entre ricos y
pobres en 2011 eran México, Chile, Turquía y Estados Unidos, mientras
que los más equitativos eran Dinamarca, Eslovenia, Finlandia y la
República Checa. En el conjunto de la OCDE, en 2011 el 10% más rico
obtuvo 9,6 veces más ingresos que el 10% más pobre. En 2007 ganaban 9,3
veces más.
Otra de las tendencias que se ha confirmado es la de que los jóvenes y
los niños han venido a sustituir a los ancianos como el grupo de edad
con mayor riesgo de pobreza. Las personas de entre 66 y 75 años se
enfrentaron a un riesgo de pobreza un 25% menor que la media de la
población, y era la más baja entre todos los grupos, gracias al sistema
de pensiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario