MADRID.- El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha
garantizado este miércoles "respeto y lealtad" de su partido al futuro
reinado de Felipe VI, para el que ha pedido que se abra "un tiempo
nuevo" con "reformas pactadas y consensuadas" de la Constitución que
permitan resolver la triple crisis --social, institucional y
territorial-- que, a su juicio, atraviesa el país.
Así se ha pronunciado Rubalcaba ante el Pleno del Congreso durante el
debate del proyecto de ley que regula la abdicación de Juan Carlos I,
una norma que los socialistas iban a apoyar porque, según ha indicado, se
trata de "cumplir la ley y la Constitución".
El líder del PSOE --que ha sido aplaudido en varias ocasiones por su
grupo e incluso por varios diputados del PP que también han expresado el
apoyo a su discurso cuando ha bajado de la tribuna-- ha insistido en
que "no cabe otra posibilidad que votar afirmativamente" esta ley que
responde a la "voluntad libre del Rey de abdicar", pero, además, ha
subrayado que el 'sí' del PSOE reafirma también su "fidelidad al acuerdo
constitucional".
Además, ha hecho hincapié en que en esta ley se decide "sobre
abdicación y solamente sobre la abdicación" y ha recalcado que lo que se
lleva al Congreso no es la sucesión, que está regulada en la Carta
Magna.
"No vamos a votar la sucesión del Rey Juan Carlos I por su hijo, el
Príncipe de Asturias. Eso ya lo votamos aquí en esta Cámara en 1978 y lo
ratificó ampliamente por referéndum el pueblo español cuando votamos la
Constitución", ha recalcado.
Pero además, ha subrayado que decir 'no' a este proyecto de ley
significaría que la abdicación no está "bien formulada" o que el
Congreso "no autoriza la abdicación del Rey", lo que sería "un dislate".
Se trata, en definitiva, de "cumplir con la Constitución" que los
socialistas ayudaron a crear y de cumplir la ley, que "es una obligación
ineludible, insoslayable del Congreso de los Diputados en un Estado de
Derecho".
Además, se ha mostrado convencido de que los expresidentes
socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero habrían dado
cauce a este proyecto de ley de la misma manera si la abdicación se
hubiera producido en sus mandatos. "No tengo ninguna duda", ha dicho.
Rubalcaba ha insistido en el papel que tuvieron los socialistas en el
nacimiento de la Carta Magna y ha acudido a las palabras del histórico
dirigente socialista Luis Gómez Llorente, quien entonces defendió que si
se establecía la monarquía parlamentaria democráticamente, mientras
fuera constitucional los socialistas se considerarían "compatibles" con
ella.
Y ha recordado que Gómez Llorente explicó que el PSOE no se empeñaba
en cambiar la forma de Gobierno porque albergaba "razonables esperanzas"
de que monarquía y democracia fueran compatibles y que la primera
pudiera ser "pieza de la Constitución susceptible de uso alternativo por
los gobiernos de derecha o de izquierda".
"Treinta y cinco años
después, los socialistas constatamos que aquellas esperanzas no se han
visto defraudadas", ha señalado Rubalcaba.
Por eso, ha dicho, 35 años después de que contribuyeran a la
elaboración y aprobación de la Carta Magna, los socialistas siguen "sin
ocultar" su "preferencia republicana", pero se continúan "sintiendo
compatibles con la monarquía parlamentaria".
De esta manera, ha garantizado que el PSOE no va a "romper el
consenso constitucional". Así, aunque ha abogado porque se emprendan las
"reformas necesarias" que, en su opinión, precisa la Constitución, ha
reivindicado que deben acometerse desde el consenso.
Rubalcaba también ha aprovechado su intervención para agradecer su
labor a Juan Carlos I durante su reinado, que, según ha dicho, ha
coincidido con el "periodo más largo de paz, de libertad y de progreso"
de la historia de España.
Y ha deseado al Príncipe de Asturias "lo mejor para su reinado", para
el que ha garantizado "respeto y lealtad" de los socialistas, así como
"colaboración" para el "tiempo nuevo que el país necesita".
Rubalcaba ha defendido que la sucesión no es "únicamente un relevo
de generación" y ha hecho hincapié en que debería "ser algo más" y dar paso
a "la apertura de un tiempo nuevo".
En concreto, ha pedido reformas "con consenso" para mejorar el
funcionamiento de los partidos políticos, para cambiar el sistema
electoral, que recojan los avances sociales que se han producido en las
últimas décadas y para abordar los "problemas territoriales y el
funcionamiento del Estado autonómico", avanzando en "una dirección
federal".
"La abdicación del Rey Juan Carlos y la proclamación en los próximos
días del nuevo rey, Felipe VI, deberían servir para abrir paso a un
tiempo de cambios y reformas, pactadas y consensuadas, cambios
institucionales y cambios constitucionales también. No deberíamos
desperdiciar ni la oportunidad política que hoy se nos abre ni el
impulso asociado a la llegada de un nuevo rey", ha insistido.
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