Dicen que todo lo que se habla en el Despacho Oval, ya saben,
ese donde el presidente más poderoso del mundo sienta sus reales, queda
registrado en grabaciones de voz y ahora de video. Todo para que en su
momento se pueda comprobar que el inquilino de turno no utiliza su
despacho para hacer negocios, ni para asuntos ilegales. Ya saben, esas
grabaciones que le costaron el puesto al presidente Nixon allá por el
año 1974.
Pues eso.
Que en Moncloa debían instalarse micrófonos y cámaras para que en los
encuentros entre Rajoy y Mas, y los siguientes, no se pudiera pactar
echar tierra a escándalos, a corrupción sin que en su momento
supiéramos, con pruebas, que nuestros políticos han delinquido porque
esos pactos son ilegales. Y me temo que los fantasmas que deambulan por
los pasillos del complejo, deben estar llenos de secretos. Llenos de
pactos vergonzosos. Llenos de historias de nuestros presidentes que una y
otra vez han cometió ilegalidades por no actuar, o por actuar
equivocadamente, o por tapar corrupción a cambio de algo, claro. Siempre
es a cambio de algo.
No
sabemos lo que Mas le ha pedido a Rajoy en su reciente encuentro de dos
horas en Moncloa. No nos creemos lo que se nos ha dicho tras el
encuentro. Ambos han mentido y más que nunca necesitamos luz y
taquígrafos, como se decía en las Cortes de Cádiz. Ahora la tecnología
nos provee de voz e imágenes. Y los españoles tenemos derecho a saber
qué discuten nuestros gobernantes. Porque no es un asunto privado. No,
nada de eso.
Como no
es privado el escándalo que sacude Cataluña después del caso Pujol, que
ahora Mas quiere reducir al ámbito familiar, cuando se trata de aflorar
los cientos, quizá miles, de millones que ha recaudado, de su parte del
famoso tres por ciento, mientras fue presidente de la Generalitat, más
de veinte años.
Lo
que está claro es que ese encuentro ha sido secreto. Muy secreto. Y que
los dossier's que Mariano Rajoy ha podido enseñar, sólo como aviso a
navegantes, algún día los conoceremos. Porque todo, al final, se sabe.
Pero mejor que alguien legisle que todas las conversaciones de nuestros
gobernantes dejen de ser secretas y existan las correspondientes
grabaciones.
(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com
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