MADRID.- El drama del paro presenta su cara más amarga entre las personas que
se han quedado en España sin recursos económicos al llevar un año o más sin
encontrar un puesto de trabajo. Los últimos datos del Ministerio de
Empleo apuntan que son prácticamente 2,6 millones y ninguno recibe ya
prestación alguna.
Sólo el 58,8% de los parados registrados en los servicios públicos al
cierre de julio disfrutaba de algún tipo de cobertura desde el sistema
de protección oficial. Hablamos de 2,8 millones de beneficiarios, de los
que casi la mitad podía acceder a una prestación contributiva y el
resto dependía de distintos tipos de subsidios.
Lo más problemático es que el 41,1% de las personas que no encuentran
empleo se han quedado fuera de esa red de ayudas. La cifra de afectados
se sitúa en 1,9 millones, aunque la realidad puede ser mayor dado que
el Ministerio sólo computa a quienes están inscritos en su censo. Es
decir, quedan fuera los que se desapuntaron ya deprimidos por no hallar
trabajo y que se encuentran en esa bolsa de 1,2 millones más de parados
que sí recoge la EPA.
La Administración abona, de media, 807 euros mensuales a cada
beneficiario de esas ayudas –sin contar el importe de los subsidios
agrícolas–, 71 euros menos que hace un año. A su vez, la cuantía media
de las prestaciones contributivas se redujo en 38 euros hasta quedar en
796. De hecho, la factura desembolsada por el Estado para compensar el
paro bajó un 19% el mes pasado y quedó en un total de 1.945 millones.
Desde los sindicatos critican que el nivel de protección económica
frente al desempleo haya descendido del 80% en su punto álgido hasta
menos del 60%... y en caída. Por eso, tratan de recabar el respaldo de
la patronal –hasta ahora, sin éxito–para empujar al Gobierno a crear una
nueva ayuda compensatoria. El Ejecutivo está dispuesto a hablar en
septiembre, pero lejos aún de los 2.500 millones anuales que harían
falta para ayudar a los 500.000 casos más acuciantes como piden CC OO y
UGT.
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