PARÍS.- La imagen del presidente francés, François Hollande,
sufrió un nuevo revés este jueves con la publicación de un libro
revelador de su exmujer Valerie Trierweiler en el que acusa al líder
socialista de describir despectivamente a los pobres como "los sin
dientes".
Hollande terminó su relación de siete años con Trierweiler después
de la revelación de su aventura con una actriz en enero. La periodista
de 49 años prometió en ese momento que no guardaría silencio, rompiendo
con la tradición francesa de ser discretos con la vida privada en
política.
El libro de 320 páginas está repleto de referencias poco
favorecedoras contra Hollande llamándolo frío e insensible, pero la
acusación de ridiculizar a los pobres fue la que más atención mediática
generó debido a sus esfuerzos por retratarse como una persona consciente
de la situación de los más necesitados.
"Se presentó a sí mismo como un hombre que no apreciaba a los
ricos", escribió Trierweiler, una periodista de la revista Paris Match,
sobre la exitosa campaña de Hollande para las elecciones de 2012.
"En realidad, al presidente no le gustan los pobres. En privado este
hombre - de izquierdas - les llama 'sin dientes' y se congratula con lo
gracioso que es", añadió.
La oficina de Hollande se negó a hacer comentarios sobre el libro.
Pero, en un giro inesperado, la madre de sus cuatro hijos, Segolene
Royal, a quien dejó por Trierweiler, salió en su defensa.
"Esto es lo opuesto a lo que representa", dijo Royal, excandidata
presidencial y actual ministra de Energía, a la radio RMC, calificando a
la acusación de "total sinsentido".
Cuando alcanzó el poder en 2012, Hollande, de 60 años, se vendió
como un presidente "normal" cuyo coche pararía en los semáforos en rojo
como el de cualquier otro y dijo que evitaría la ostentación que tuvo su
predecesor conservador Nicolás Sarkozy.
A pesar de que este año tomó un curso más centrista, todavía insiste
en que la justicia social está en el corazón de la política de su
Gobierno.
Con la economía estancada en la rutina y el desempleo rondando el
diez por ciento, su popularidad ha descendido al mínimo de cualquier
líder de la posguerra hasta un 16 por ciento.
La comentarista de la radio RTL Alba Ventura dijo que, sean falsas o
verdaderas, las acusaciones de Trierweiler amenazaban con "devastar" lo
que queda de la popularidad de Hollande.
Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Frente Nacional,
acusó a Hollande y su expareja de mancillar la autoridad del presidente
a los ojos del público.
Su primer ministro, Manuel Valls, ha pedido un voto de confianza en
el Parlamento para el 16 de septiembre, en el que la escala del disenso
interno del partido gobernante - hasta ahora limitado al grupo
minoritario de extremistas de izquierda - podría quedar más clara.
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