BARCELONA.- El juez instructor ha procesado a un subinspector y a un escopetero
de los Mossos d'Esquadra por disparar la pelota de goma que reventó el
ojo a Esther Quintana en la huelga general de noviembre de 2012 y les ha
impuesto una fianza de 200.000 euros para cubrir una eventual
indemnización a la manifestante.
El titular del juzgado de instrucción nº 11 de Barcelona ha
dictado un auto de procesamiento de los dos agentes imputados por las
heridas causadas a Quintana, en el que reitera su tesis de que la
manifestante resultó herida por una pelota de goma, pese a que el
departamento de Interior de la Generalitat ha mantenido siempre que en
la huelga general del 14-N no se dispararon artefactos de ese tipo.
El juez ha dictado el auto de procesamiento después de que la
Audiencia de Barcelona, estimando el recurso presentado por la acusación
particular ejercida por Quintana, rechazara limitar a una imprudencia
la actuación policial, al entender que cabe la posibilidad de que los
mossos dispararan la pelota de goma apuntando directamente a las
personas. El auto da por cerrada la instrucción del "caso Quintana" y
fija una fianza de 200.000 euros a los dos agentes procesados, a los que
cita para el próximo 16 de octubre para tomarles declaración de nuevo,
como obliga el procedimiento sumarial antes de enviar el caso a juicio.
Esa fianza pretende asegurar la responsabilidad civil que una
eventual sentencia condenatoria pueda imponer a los dos agentes por la
pérdida de un órgano principal, como es el ojo, las "secuelas físicas y
previsiblemente psicológicas" que Quintana arrastrará y el "evidente
perjuicio estético" producido. El magistrado Francisco Gómez Maíllo
insiste en que Quintana resultó herida al recibir el impacto de una
pelota de goma en el ojo disparada por el escopetero bajo las órdenes
del subinspector, en un momento en que los manifestantes se retiraban y
en un lugar donde no había incidentes, por lo que en opinión del juez no
existió "proporcionalidad" en la actuación policial.
El auto recuerda que el Departamento de Interior y los mandos de los
Mossos d'Esquadra han negado siempre que ese día se dispararan pelotas
de goma, pero el juez da por buena la versión de Quintana en base al
informe pericial, que señala que ésa es la causa de las lesiones de la
manifestante, y el testimonio del enfermero que la atendió en urgencias.
Además, razona el magistrado, en la confluencia entre el paseo de
Gràcia y la calle Casp en que ocurrieron lo hechos "tampoco se disparó
la lanzadora, además de que esta genera unas consecuencias lesivas mucho
menores".
El juez descarta asimismo la posibilidad, apuntada en su día por el
entonces conseller de Interior Felip Puig, de que Quintana resultara
herida por objetos lanzados por los manifestantes: "ni consta que se
produjeran lanzamientos de objetos capaces de generar esas lesiones, ni
tendría sentido lógico, pues vendría del lugar en el que se encontraban
los agentes", añade el auto.
Según el magistrado, la furgoneta
antidisturbios cuyos agentes dispararon a Quintana había actuado
previamente en la Via Layetana, de Barcelona, donde sí se produjeron
incidentes y se quemaron dos vehículos de la Policía Nacional, por lo
que "todo indica que cuando bajaron (en paseo de Gràcia) el arma ya
estaba cargada".
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