MADRID.- El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha decidido condenar al juez Elpidio Silva a 17 años y medio de inhabilitación por un delito de prevaricación continuada en concurso con dos delitos contra las garantías constitucionales por la indebida privación de libertad de Miguel Blesa y Gerardo Díaz Ferrán.
La condena, que conlleva la expulsión de Silva de la carrera judicial, ha sido adoptada por dos votos frentea uno por la Sala de lo Civil y Penal del TSJM. El presidente del tribunal, Arturo Beltrán, ha formulado un voto discrepante al ser partidario de su absolución.
La Fiscalía solicitaba contra Silva 30 años de inhabilitación y una multa de 10.800 euros.
El propio Miguel Blesa y su abogado, Carlos Aguilar, como acusación particular contra Silva ataron su inhabilitación durante 43 años y 18.900 euros de multa.
El ex presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, también personado como acusación particular, pidió para Silva una condena de 24 años de inhabilitación y que además le indemnice con 50.000.
En su escrito de acusación la Fiscalía calificaba el proceder de Silva como "absolutamente irregular y contrario a cualquier interpretación posible en Derecho" en la investigación al ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa.
A su parecer, Silva reabrió injustificadamente la causa en la que investigaba la concesión de un crédito de 26,6 millones por parte de Caja Madrid al Grupo Marsans más de dos años después de haberla archivado, sin que hubiera aparecido ningún dato nuevo que lo justificase y "sin sustentar dicha decisión en la más mínima motivación jurídica".
Para el fiscal, el propósito de Silva era iniciar una investigación general y prospectiva sobre Blesa, al que encarceló dos veces sin base jurídica. De hecho, la Audiencia de Madrid revocó todas las decisiones del magistrado.
El TSJM acordó el pasado enero la apertura de juicio oral contra Silva por delitos de prevaricación, retardo malicioso en la Administración de Justicia y contra la libertad individual de Blesa, a quien envió dos veces a prisión con apenas quince días de diferencia, durante la investigación de un crédito de 26,6 millones que la caja madrileña concedió al ex jefe de la patronal Gerardo Díaz Ferrán y sobre la compra del City National Bank de Florida.
La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial acordó en febrero suspenderle cautelarmente de sus funciones hasta que hubiese sentencia o se archivase el proceso penal.
El ex presidente de Caja Madrid declaró que el juez tenía la "decidida intención" de enviarle a prisión y actuó con "animadversión y alevosía" en el procedimiento que abrió contra él, al tiempo que denunció que su "proceder prevaricador" le causó a él y su familia un "perjuicio moral difícilmente reparable".
Silva consiguió paralizar su juicio tras recusar a la magistrada María Tardón por su antigua pertenencia a la asamblea general de Caja Madrid.
El nuevo juicio comenzó el pasado 7 de julio y Silva nuevamente intentó suspenderlo con la interposición de una demanda contra el presidente del tribunal, Arturo Beltrán, pero el Tribunal Superior lo desestimó.
La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha adjudicado hoy mismo a la magistrada Esperanza Collazos Chamorro la plaza del Juzgado de Instrucción nº 9 de Madrid tras conocerse la condena de su titular, Elpidio José Silva, a 17 años de inhabilitación por el caso Blesa.
Hasta ahora, la magistrada se encontraba adscrita al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y había tenido sus últimos destinos en los Juzgados de Instrucción 32 y 20 de la capital, según fuentes del CGPJ.
La Comisión Permanente del CGPJ ha acordado hoy adjudicar "en propiedad" el Juzgado de Instrucción nº 9 de Madrid a la magistrada Esperanza Collazos Chamorro, que será su nueva titular después de que Silva "haya sido declarado en la situación administrativa de excedencia voluntaria tras no resultar elegido en las elecciones al Parlamento Europeo y no solicitar el reingreso al servicio activo".
El voto particular
El magistrado Arturo Beltrán, miembro del tribunal que ha condenado a 17 años y medio de inhabilitación a Silva, ha emitido un voto particular discrepante en el que se muestra a favor de su absolución y compara el encarcelamiento del banquero Miguel Blesa con otros casos polémicos, como fue la prisión del ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio o la fuga del antiguo director general de la Guardia Civil Luis Roldán.
El presidente del tribunal explica que la decisión sobre la libertad o prisión de una persona "no es nada fácil" y conlleva un análisis de riesgos. "Hace años nadie pudo presumir que el fugado más famoso de España fuera un Director General de la Guardia Civil", ha expuesto.
Según argumenta, son "centenares" las veces que cada mes los tribunales de apelación acuerdan la libertad provisional de quien ha recurrido la prisión preventiva, sin que se imponga ninguna consecuencia penal para el instructor que la acordó. Recuerda además que las explicaciones de Blesa eran "endebles" y le envolvían cada vez más en su propia "tela de araña".
Beltrán reconoce las "irregularidades" cometidas por Silva, aunque precisa que si una conducta, "por deplorable que sea, puede explicarse al margen del derecho penal, la conclusión es que debe dictarse sentencia absolutoria".
Cree que el hecho de que Silva se sirviera de la Wikipedia para reabrir la causa contra Blesa "puede ser signo de comodidad, ajeno a la prevaricación".
"La crisis económica, la gestión politizada y poco profesional de muchas cajas de ahorro, las inversiones en obras absurdas, el dinero derrochado etc. eran ya entonces hechos notorios", añade.
Reconoce que el juez Silva amplió "con desmesura" el objeto de la investigación --inicialmente centrada en un préstamo a Díaz Ferrán y la compra del City National Bank de Florida-- pero defiende que está en su derecho.
De hecho, dice, casi todas las investigaciones relacionadas con la gran delincuencia económica o la corrupción se han iniciado por "pequeñas corruptelas o por denuncias sobre hechos muy limitados y luego se han ido ampliando hasta el gigantismo".
Eso sí, cree que el acusado cometió un "error y una contradicción" al no decir desde el principio con claridad que había cambiado el objeto del proceso y, por ello, llevaba a cabo una investigación exhaustiva.
A su entender, la sustitución de autos por providencias es una "práctica viciosa muy extendida" en la Justicia, así como son frecuentes las resoluciones "sin fundamento" sin que se incoen causas por prevaricación contra sus autores. La tardanza de meses en resolver recursos, como hacía Silva, es "indeseable" pero tampoco suficiente, a su juicio, para condenarle.
El magistrado recuerda también que el Ministerio Fiscal supervisó el proceso de Silva. "Se hace difícil pensar que alguien así percibiera con claridad como delictiva la conducta del juez y no la combatiera", concluye.
Opinión de Silva
El juez Elpidio José Silva ha calificado como un "éxito" la sentencia en la que se le condena a 17 años y medio de inhabilitación por prevaricación continuada en el 'caso Blesa' al entender que el voto particular discrepante emitido por el presidente del tribunal "quiebra la condena".
Silva, que ha abierto un despacho de abogados, ha afirmado en declaraciones a Cuatro, que la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid pone de manifiesto la "fisura tan profunda del aparato judicial".
"El presidente del tribunal, con más experiencia, ha dicho que aquí no hay nada", ha añadido.
A su juicio, los correos electrónicos corporativos del ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa evidencian su "gestión funesta" y que su utilización era para fines "íntimos y particulares".
En su cuenta de Twitter, Silva ha destacado que el delito de prevaricación debe ser claro y no caben interpretaciones. "La prevaricación es manifiesta o no es, no caben discordancias interpretativas. La absolución del presidente Beltrán quiebra la condena", ha dicho.
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