Porque a Mariano Rajoy no le acompaña la suerte de sus
delfines, de sus barones, de sus ex altos cargos. Es el caso de su
anterior ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que sigue con el
complejo de rey destronado y no tiene otra ocurrencia que declarar que
está en números rojos porque no llega a fin de mes. El que fuera fiscal
por oposición, brillantísimo estudiante, tiene ahora un salario
vitalicio de unos ocho mil euros mensuales por "asesorar" a Ignacio
González, presidente de la Comunidad de Madrid, además de despacho, secretaria, coche oficial y chófer. Y todo gratis. Me da que si
con ese salario no llega a fin de mes, jamás se reincorporará al
trabajo que ejercía antes de que fuera fichado por Manuel Fraga.
Porque
Gallardón está muy triste. Parece que en el despacho de la Gran Vía,
donde tiene una reunión semanal, no ha podido llevarse a su mayordomo
con librea que le preparaba los cafelitos mientras presidía la comunidad
autónoma madrileña, mientras fue alcalde de la capital del reino y
contemplaba sus posesiones desde su despacho en la Plaza de la Cibeles.
Porque el joven que ahora está en números rojos soñaba con llegar a ser
presidente del gobierno y tenía incluso el apoyo inquebrantable del
todopoderoso Grupo Prisa, con su buque insignia, El País, apoyando su
candidatura.
Otro que
no sabe como acaban los políticos que tuercen la realidad es el
presidente de Extremadura, José Antonio Monago, a cuenta de sus continuos
viajes a Canarias, pagados por el Senado, donde residía su novia, la
colombiana Olga María Henao Cárdenas, novia también de otro político del
PP en Aragón, Carlos Enrique Muñoz Obón, diputado por Teruel, que
dimitió en cuanto saltó el escándalo. Porque a Monago le espera todo un
culebrón a cuenta de la verdad de sus viajes, pagados por el Senado, a
Canarias, donde acompañaba a su chica a actos del partido y con eso
quiere ahora hacernos creer que viajaba en comisión de servicio y
estaba justificado que esos viajes corrieran a cargo de los
contribuyentes, no de su bolsillo, claro. Muy listo. Pero el pepé lo
tiene crudo. Le convencieron para que no tirara la toalla y le han
montado un dossier que quiere justificar lo injustificable. Monago, te
van a crucificar...
Y
para terminar no me olvido del caso de los fiscales en Cataluña. No van a
mover un dedo contra el inquilino del palacio de la Plaza de San Jaime,
don Arturo Mas, por haber desobedecido al Tribunal Constitucional y
haberse chuleado del Estado español. Esos fiscales son altos cargos
integrados en la sociedad catalana donde son invitados de honor a los
actos que las autoridades, como la Generalidad, celebran cada tres por
cuatro. En esos actos se confraterniza, se relacionan con otros cargos,
empresarios, banqueros y se establecen vínculos que luego se convierten
en favores. Que si me puedes colocar a ese sobrino que no tiene trabajo.
Que si me recomiendas que tal banco me facilite una hipoteca ventajosa
porque me estoy comprando un chalecito muy mono en la montaña...
¿Entienden por donde van los tiros?
(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com
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