Ya lo anunció Bill Gates a comienzos de siglo. El fundador de
Microsoft fue uno de los visionarios de que el papel iría
desapareciendo. En los noventa afirmó que para el dos mil desaparecería
de las oficinas. Y en el dos mil dijo que en diez años los diarios
dejarían de imprimirse para leerse en dispositivos móviles conectados a
internet. Ahora nos acordamos de que Negroponte, hace cinco años, cuando
fue investido doctor honoris causa por la Universidad Camilo José Cela,
también, entre otras cosas, pronosticó el negro panorama de los diarios
en papel y dijo que en cinco años desaparecerían.
Pues
bien, ya han pasado más de los diez años que pronosticó Bill Gates y
los cinco que anunció Negroponte. Y los diarios en España siguen en los
kioscos. Pero la realidad es que todos son cadáveres, soportados por
empresas en quiebra o que si no lo están es porque el gobierno, los
gobiernos, la Generalitat, por ejemplo, los sostiene a cambio de que
tapen sus vergüenzas. Todos los diarios de papel están en pérdidas. No
ganan dinero.
Gates y Negroponte han acertado a su manera. La mayoría de
la población ya no acude al kiosco diariamente a comprar el diario en
papel. Ya se informa en redes sociales, lee las noticias en los
digitales y se ha acostumbrado a la comodidad anunciada por Gates en el
dos mil. No leen en el papel, sino en dispositivos móviles conectados a
internet. Literalmente cierto. Se lee en tabletas, 3G, 4G, y en los
llamados smartphones que puso de moda otro visionario norteamericano,
Steve Jobs, fundador de Apple, cuando lanzó su iPhone (2007), y luego su
iPad (2010).
Sí,
todavía vemos diarios de papel, con noticias viejas que ya conocemos
porque las hemos escuchado, visto, en televisión y las hemos leído, a
los pocos minutos de producirse, en los diarios digitales que ya se han
hecho mayores y ofrecen informaciones solventes.
Este
dos mil quince será la puntilla para los diarios de papel por lo que
nadie apuesta un euro. Pedro J. Ramírez, que ya ha anunciado la salida
de El Español, en digital claro, es un ejemplo de apuesta por las nueva
era del periodismo en España. Su proyecto tendrá una inversión de diez
millones de euros y espera que sea rentable a partir del tercer año.
Vamos, como se hacían antes los proyectos periodísticos, no como en la
era de los ladrilleros metidos a editores que querían beneficios a
partir del tercer mes de puesta en marcha del diario... Y así les fue,
claro.
El Español de
Pedro J. tendrá una plantilla de sesenta periodistas, de un total de 80
trabajadores. Y por lo que conozco del personaje, invertirá en
redactores de investigación que ejerzan ese contrapoder de que carecen los
diarios de papel actuales. Lo ha dicho bien claro: "Al Gobierno le
gustaría mantener el corralito de los medios tradicionales que pastorea
bien, pero no puede controlar a los medios digitales".
(*) Periodista, presidente del Grupo 'Cibeles' y editor de www.muyconfidencial.com
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