BERLÍN.- El economista jefe del partido opositor griego Syriza, Yannis Miliós,
llamó hoy a reducir la carga de los países altamente endeudados en la
zona euro, sin que ese peso recaiga sobre los contribuyentes.
En entrevista publicada por el diario alemán Neue Osnabrücker Zeitung,
el representante de la formación de izquierda señaló que para lograr ese
propósito se necesita reestructurar toda la deuda pública de la región y
hacer jugar al Banco Central Europeo (BCE) un papel más activo.
Según el miembro de la fuerza favorita para imponerse en las elecciones legislativas que Grecia celebrará mañana, la decisión del BCE de comprar deuda pública fue correcta, pero el organismo financiero todavía puede hacer más en esa dirección.
Al mismo tiempo, el asesor económico de Alexis Tsipras, líder de Syriza, pidió una flexibilización de los planes de ahorro que la troika de acreedores internacionales exige a Grecia a partir del programa de rescate.
Necesitamos un espacio fiscal para poder llevar a cabo una política de desarrollo y de crecimiento, apuntó al periódico.
De acuerdo con Miliós, las exigencias del BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevan a la nación helena a no tener medios para políticas sociales y de progreso económico.
La posibilidad de que Syriza asuma las riendas del Gobierno griego ha mantenido en vilo a los prestamistas internacionales y a los mercados financieros de la región, pues la fuerza opositora ha expresado su intención de reestructurar la deuda.
Al mismo tiempo, la formación es contraria a las políticas de recortes y austeridad impuestas al país como consecuencia del rescate por 240.000 millones de euros que la nación recibe desde 2011.
La participación europea en el programa estaba prevista para terminar al cierre de 2014, pero entonces se decidió prolongarla durante dos meses, y el lunes próximo los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona, el Eurogrupo, realizarán el análisis de otra posible prórroga.
Esa decisión dependerá de si el próximo Gobierno griego realiza una solicitud al respecto; mientras tanto, la asistencia del FMI y el último tramo europeo por 1.800 millones de euros se encuentran paralizados.
A principios de este mes, el BCE advirtió a Grecia que solo le otorgaría financiación después de febrero si cumple con éxito la revisión final del rescate y alcanza un acuerdo con los acreedores internacionales, una clara presión para que el país heleno continúe con las impopulares políticas de ahorro.
Según el miembro de la fuerza favorita para imponerse en las elecciones legislativas que Grecia celebrará mañana, la decisión del BCE de comprar deuda pública fue correcta, pero el organismo financiero todavía puede hacer más en esa dirección.
Al mismo tiempo, el asesor económico de Alexis Tsipras, líder de Syriza, pidió una flexibilización de los planes de ahorro que la troika de acreedores internacionales exige a Grecia a partir del programa de rescate.
Necesitamos un espacio fiscal para poder llevar a cabo una política de desarrollo y de crecimiento, apuntó al periódico.
De acuerdo con Miliós, las exigencias del BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevan a la nación helena a no tener medios para políticas sociales y de progreso económico.
La posibilidad de que Syriza asuma las riendas del Gobierno griego ha mantenido en vilo a los prestamistas internacionales y a los mercados financieros de la región, pues la fuerza opositora ha expresado su intención de reestructurar la deuda.
Al mismo tiempo, la formación es contraria a las políticas de recortes y austeridad impuestas al país como consecuencia del rescate por 240.000 millones de euros que la nación recibe desde 2011.
La participación europea en el programa estaba prevista para terminar al cierre de 2014, pero entonces se decidió prolongarla durante dos meses, y el lunes próximo los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona, el Eurogrupo, realizarán el análisis de otra posible prórroga.
Esa decisión dependerá de si el próximo Gobierno griego realiza una solicitud al respecto; mientras tanto, la asistencia del FMI y el último tramo europeo por 1.800 millones de euros se encuentran paralizados.
A principios de este mes, el BCE advirtió a Grecia que solo le otorgaría financiación después de febrero si cumple con éxito la revisión final del rescate y alcanza un acuerdo con los acreedores internacionales, una clara presión para que el país heleno continúe con las impopulares políticas de ahorro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario