En Europa se
ha desatado la ansiedad ante la posible salida de Grecia del euro, pero
hasta ahora todos los análisis marcaban las distancias con España. Sólo
se equipara la pujanza en ambos países de sendos partidos de izquierda,
Syriza y Podemos, con sus recetas anti-austeridad. Pero no se compartía
el diagnóstico casi terminal que se le pronostica a Grecia. España,
dicen, ya está vacunada porque ha hecho los deberes, igual que la
eurozona se ha blindado y puede encajar el Grexit.
Hasta
este lunes. Wolfgang Münchau, uno de los columnistas más célebres
de Financial Times, en especial en cuestiones de la UE, pone sobre el
tapete también el caso de España. Su punto de partida: ‘Los
extremistas políticos pueden ser los salvadores de la
eurozona’. El título es un poco engañoso, porque la tesis que
defiende sobre Grecia se basa en que su deuda del 175% del PIB no tiene
solución sin reestructuración, como exige Syriza. Y mientras la
política imperante en la eurozona sea la austeridad, no hay
modo de cuadrar las cosas.
Dice Münchau: ‘La deuda es lo que
lastra el crecimiento griego y español. El sector privado español
necesita una reestructuración tan desesperadamente como el
sector público griego. Como en Grecia, un partido de la izquierda
dura, Podemos, ofrece una política de reestructurar la deuda. En
ambos países hay ahora una corriente de opinión pública lo
suficientemente sólida como para darse cuenta de que sin una
reestructuración no puede haber recuperación de la producción
ni en el empleo. Por eso es por lo que están teniendo éxito los
partidos radicales’.
Y sigue: ‘Si algo es insostenible,
terminará, o eso dicen. Basada en las políticas actuales, la
eurozona es insostenible, al menos en sus fronteras actuales.
No veo una salida para Grecia sin una reestructuración de la
deuda. Y no veo una reestructuración de la deuda dentro de la
eurozona’.
Münchau pone por delante el caso griego,
evidentemente. Aunque advierte: ‘España parece más fuerte vista
desde fuera, pero políticamente es igual de vulnerable. El PIB de
España creció a una tasa anual en torno al 2% en el segundo y tercer
trimestre de 2014. Sospecho que se debe a que España ha aplicado menos
austeridad que otros países de la periferia. Pero hay que poner
esas cifras recientes en perspectiva: el PIB real de España ha caído
de 1,1 billones de euros en 2007 a 1 billón en 2013. Incluso el PIB
nominal aún no ha recuperado los niveles de 2007’.
Otra
comparación del columnista de FT es la de la tasa de población
activa con empleo, que según él es más reveladora que la tasa de
paro. Y en España la tasa de empleo era del 66% en 2007 y se ha
desplomado al 56% en 2014. En Grecia es incluso inferior al 50%’.
Por tanto, argumenta, ‘con las políticas actuales, España y Grecia
no tienen ‘probabilidades de volver a niveles normales de actividad
económica durante una generación’.
Dicho de otro modo,
Münchau ve imposible encajar los tres vectores que confluyen en la
crisis de la eurozona: la política de austeridad dictada por
Alemania, la necesaria reestructuración de la deuda de Grecia y
España y la emergencia de partidos como Syriza y Podemos. Por eso dice
que este 2015 ‘será el año en el que la eurozona tendrá su momento
de la verdad’. Y por eso también deja entrever que los partidos de
izquierda pueden salvar la eurozona: o doblan la mano de Merkel o
tendrán que sacar a sus países de la eurozona para suspender pagos
unilateralmente o reestructurar la deuda desde fuera.
El
artículo cita la revelación de Der Spiegel de que Alemania piensa ya
en una eurozona sin Grecia: Merkel ‘quiere ver el farol de Syriza’.
Pero también puede ser que Syriza quiera ver el farol de Merkel.
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