DUBAI.- Las protestas contra las nuevas caricaturas de Mahoma en la revista satírica francesa Charlie Hebdo
han dejado este viernes cuatro muertos y 45 heridos en Níger y dos
heridos de bala en Pakistán, entre ellos un fotógrafo de la agencia
France Presse.
En Irán se suspendió sin explicaciones la manifestación
de cólera. En Argel hubo choques entre manifestantes y policías, varios
de los cuales resultaron heridos y, además, hubo decenas de arrestados. También hubo disturbios en Ammán, la capital
jordana, donde miles de personas participaron en las protestas por las
viñetas convocadas por grupos islamistas frente a la Gran Mezquita de
Huseini. Uno de los organizadores dijo que la policía dispersó a
los manifestantes y arrestó al menos a cuatro de ellos, posteriormente
liberados.
Mientras, en Turquía su presidente, Recep Tayyip Erdogan, advertía
del riesgo de que se produzca un “choque de civilizaciones” a raíz de la
última oleada de ataques yihadistas en Occidente. Durante un encuentro
con empresarios en Ankara, Erdogan dijo que seguía con “gran
preocupación” los “ataques contra el islam” tras la matanza de París. El
mandatario turco, que impulsó en 2005 junto al entonces presidente del
Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero la iniciativa de Naciones
Unidas de la Alianza de Civilizaciones, considera una provocación que el
último número de Charlie Hebdo incluya caricaturas de Mahoma.
En la portada del semanario aparece un dibujo del profeta con lágrimas
en los ojos que dice “Yo soy Charlie”, el lema de solidaridad con la
revista tras el atentado contra su redacción que dejó 12 muertos.
Al menos tres civiles y un policía fallecieron y otras 45 personas
resultaron heridas en las protestas en la ciudad de Zinder, en el sur de
Níger, donde también fueron incendiadas 10 iglesias y otros edificios.
Según testigos, más de 4.000 personas salieron furiosas a
las calles después de que en la oración de mediodía los imanes animasen
a los fieles a protestar contra la participación del presidente,
Issoufou Mahamadou, en la manifestación del domingo en París, donde,
según ellos, “se insultó al profeta”.
Dos de los civiles murieron por balas de la policía uno por gases
lacrimógenos cuando, según la versión oficial, una turba asaltó la
comisaría local y los agentes cargaron contra ellos. El Instituto
francés, una escuela de misioneros y la sede del Partido Nigeriano Para
La Democracia y el Socialismo, formación del presidente, también fueron
atacados.
El Gobierno ha prohibido las reuniones convocadas hoy en las
mezquitas de la capital por varios grupos islamistas para continuar con
las protestas. En el vecino Mali, decenas de miles de personas convocada
por el Consejo Supremo Islámico salieron a las calles para condenar la
publicación de las viñetas con la imagen de Mahoma, pero mantuvieron la
calma en todo momento.
Las movilizaciones en Karachi apenas congregaron a unos centenares de
personas -la gran ciudad portuaria y comercial del sur de Pakistán,
donde viven 23,5 millones de almas- y a unos miles en la capital
argelina. Apenas dos centenares de personas se
congregaron ante el Consulado de Francia en la ciudad paquistaní.
Armados con palos, y según un periodista, algunos también con
pistolas, los congregados respondieron con piedras y disparos cuando la policía impidió su aproximación al Consulado francés utilizando gases lacrimógenos y cañones de agua.
En el rifirrafe al menos dos personas han resultado heridas de bala,
el fotógrafo de France Presse Hasif Asam y un miembro de una de las
organizaciones convocantes, según fuentes médicas.
Además, un policía recibió una pedrada, pero estaba fuera de peligro.
No
obstante, la reacción ha sido mucho menor que en 2006, cuando las
protestas por la publicación de caricaturas de Mahoma en un periódico danés
provocaron decenas de muertos en todo el mundo. El primer ministro,
Nawar Sharif, y el Parlamento condenaron el jueves al semanario francés,
mientras que los líderes religiosos han pedido abiertamente que se
cuelgue a sus periodistas.
Mientras tanto, en Irán, donde existe una especial prevención hacia
Occidente, la manifestación de cólera prevista para después de la
plegaria ha sido anulada sin explicaciones. No obstante, los estudiantes
islamistas (miembros del Basij) han anunciado que se celebrará el lunes
ante la Embajada de Francia, si obtienen el permiso de las autoridades,
según la agencia Fars. Significativamente, el ministro iraní de
Exteriores, Mohamed Javad Zarif, se encontraba en París, parte de una
gira por varias capitales europeas, antes de reanudar las negociaciones
nucleares el próximo domingo en Ginebra.
No obstante, el ayatolá Movahedi Kermani ha condenado durante el sermón del viernes la publicación de las viñetas de Mahoma
que ha calificado de “sacrílegas”. El predicador, que ha evitado
mencionar el nombre de la revista, ha asegurado que el motivo de tal
forma de actuar es que el islam está creciendo y haciendo notar su
presencia en Occidente.
La portavoz de Exteriores, Marzieh Afkham,
calificó de “ofensa a los musulmanes” la decisión de Charlie Hebdo.
Pero Kermani, y los medios iraníes que se hicieron eco de sus palabras,
se centró sobre todo en criticar la presencia del primer ministro
israelí, Benjamín Netanyahu, en la marcha anti terrorista de París. “Es
sorprendente que estos criminales participen en una manifestación y
condenen el terrorismo, cuando ellos no son sólo los verdaderos
terroristas, sino que fomentan el terrorismo”, declaró el clérigo
jaleado por las habituales consignas de “Muerte a América, Muerte a
Israel, Muerte a Inglaterra”.
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