Los líderes
nacionales y europeos estarán pendientes esta semana de la decisión que
adopte el Banco Central Europeo sobre el nuevo programa de estímulo
económico el jueves y de lo que decidan los votantes griegos en las
urnas el domingo. La expectación en ambos casos desborda lo sucedido
hasta ahora.
La
tan esperada compra de deuda soberana por parte del Banco Central
Europeo es la última bala con la que cuenta el supervisor europeo
para atajar la temida deflación, pero podría ser una medida
insuficiente para calmar los mercados si ganara Alexis Tsipras y
optara por tomar sus ya anunciadas medidas drásticas.
El BCE
le advertía el jueves que si no alcanza un acuerdo con la Troika le
retiraría la ayuda de liquidez que reciben los bancos griegos cada
mes para poder seguir con su actividad del día a día, es decir
concediendo créditos a la economía y a los particulares. No son
cantidades despreciables, hablamos de 10.000 millones de euros,
según las cifras oficiales aportadas por el Banco Nacional de Grecia.
Una
ruptura de las negociaciones provocaría la salida de Grecia de
la Unión. Aunque conviene recordar que para adoptar esta decisión el
Banco Central Europeo necesita contar con el apoyo de dos tercios de
su consejo de Gobierno compuesto por 21 personas.
Frente a
quienes consideran que no existe la posibilidad de que Grecia
abandone la Unión Europea, como es la teoría de la Comisión Europea,
existen también algunos expertos en derecho comunitario que
consideran que el abandono de un país está contemplado en el
Tratado de Lisboa.
Entre los primeros, los que consideran
imposible que un país abandone el euro, está el ejecutivo de
Bruselas. Según la Comisión, el Tratado de Lisboa, en su artículo 140,
párrafo 3, habla de la adhesión de un Estado miembro de la Unión
Europea al euro, pero en cambio no considera su salida, por lo que
esta sería imposible.
Entre quienes defienden que sí está
contemplado el abandono de la moneda única recuerdan el artículo
50 del mismo Tratado de Lisboa que dice “Todo Estado miembro puede
decidir, de acuerdo con sus normas constitucionales, abandonar
la Unión”.
Pese a los repetidos mensajes en las últimas
semanas enviados desde Alemania de que Europa podría resistir sin
que se produjera una convulsión en el ámbito de la Unión, la
incertidumbre y la preocupación ante la posibilidad de que
Grecia se viera forzada a abandonar el euro es enorme.
Tres días
antes de las elecciones se esperan las nuevas medidas del Banco
Central Europeo. La decisión del Abogado General del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea, Pedro Cruz Villalón, al interpretar que
el programa de compra de deuda anunciado por el BCE en 2012 es, “en
principio”, legal, allana el camino a que el próximo 22 de enero,
su presidente, Mario Draghi, anuncie una compra masiva de deuda
pública para atajar los riesgos de deflación de la zona euro y
estimular el crecimiento.
En España también hay mucho
interés por conocer esta semana los datos de la encuesta de
población activa del cuarto trimestre de 2014 que se publica el
jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario