sábado, 12 de noviembre de 2011

La seguridad es un reto para los “indignados” de EE UU

NUEVA YORK.- Una reciente agresión sexual convirtió la seguridad en el tema que provoca polémica en el parque Zuccotti, ocupado hace casi dos meses en Nueva York por los manifestantes de Ocupemos Wall Street (OWS), al tiempo que se reportan tres muertes en otros campamentos.

Dos personas fueron halladas muertas por disparos en campamentos inspirados del movimiento OWS en Vermont y California y una tercera falleció por razones que se desconocen en Nueva Orleans, según la prensa local.
Estas tres personas resultaron muertas a pocas horas de distancia en diversos campamentos montados por indignados estadounidenses, que desde hace semanas protestan contra las nefastas consecuencias sociales del capitalismo.
En Oakland, California, la policía investiga la muerte de un hombre a raíz de un tiroteo cercano al campamento de los activistas. La identidad de la víctima no fue dada a conocer, en espera de notificarla previamente a los familiares.
Según lo reportado por la prensa estadounidense, el tiro partió durante una violenta pelea entre dos grupos de hombres. La muerte se produjo cuando cientos de manifestantes se preparaban para celebrar el primer mes de campamento, reseñó ANSA.
Para el alcalde de Oakland, Jean Quan, este incidente es la prueba de que el campamento debe desmantelarse.
En Burlington, Vermont, otro hombre murió por un tiro en la cabeza. Según la policía la víctima es un veterano militar de 35 años y aparentemente se suicidó. Su nombre también se mantiene de momento en reserva.
Aunque los manifestantes aseguraron que la muerte no está vinculada a las actividades del campamento, el hecho generó la preocupación de las autoridades.
Por último, un hombre de 53 años fue hallado muerto en su tienda en Nueva Orleans, en Luisiana, en el campamento de “Occupy New Orleans”. El cuerpo no presentaba heridas y se cree que quizás la muerte se debió a un malestar.
La policía vigila el perímetro de la plaza del parque Zuccotti pero apenas se aventura a entrar en el laberinto de carpas instaladas ahí.
“Recibimos a todo el mundo y, a veces, hay problemas”, reconoce Sean Dolan, cocinero de 48 años, que se ocupa del sector dedicado a las comidas en el campamento.
“Tenemos un equipo de seguridad las 24 horas y en general logramos desactivar las tensiones”, agrega. En caso de necesidad, el equipo se interpone entre quienes pelean y, llegado el caso, los expulsa del campamento.
El sospechoso es entregado a la policía si tiene lugar una actividad criminal, precisa Ocupemos Wall Street (OWS) en su sitio web.
Sin embargo, la semana pasada, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, los acusó de ocuparse ellos mismos de la seguridad y no denunciar los incidentes graves, algo que OWS desmintió.
El sospechoso de agresión sexual, que trabajaba en la cocina, “fue entregado directamente a la policía”, afirmó Andrew Smith, miembro del equipo de vigilancia.
Tras la agresión, OWS se ha dotado de nuevos medios y ahora tiene una gran carpa reservada para las mujeres, explica de su lado Karanja Gaçuça, señalando que el movimiento quiere “garantizar la seguridad de todos”.

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