DUBAI.- El rey de Bahréin ha ratificado las reformas
constitucionales con las que el Gobierno espera que termine un año de
protestas, pero el principal partido de oposición las ha catalogado como
insuficientes y ha asegurado que la lucha por las reformas democráticas
continuará.
Bahréin, que alberga a la Quinta Flota de Estados Unidos, ha
estado en crisis desde que los activistas comenzaron protestas en
febrero de 2011 después del éxito de las revueltas populares en Egipto y
Túnez.
Las autoridades han tratado de reprimir el levantamiento por las
reformas democráticas con la ley marcial y a través de la incorporación
de tropas de Arabia Saudí, acusando a la mayoría chií de cooperar con
Irán para cambiar el sistema de Gobierno.
Pero un año más tarde, el malestar persiste, con mítines masivos
semanales de los partidos de oposición y enfrentamientos entre jóvenes
activistas y la policía antidisturbios. La Policía disparó gases
lacrimógenos en Jidhafs, en las afueras de Manama, el miércoles.
"La puerta del diálogo está abierta y el acuerdo nacional es el
objetivo de todo diálogo", ha dicho el rey Hamad bin Isa Al Jalifa, en
una ceremonia transmitida por la televisión estatal. "Esperamos que en
esta etapa importante todas las fuerzas y grupos nacionales (...) se
unan en el desarrollo y en la reforma".
Las enmiendas, que aumentan los poderes para cuestionar y apartar a
los ministros y retirar la confianza en el Gabinete, proceden de un
diálogo nacional organizado por el rey después de las revueltas
organizadas el año pasado.
"Las enmiendas no han cambiado el núcleo de la controversia y no
han terminado con la crisis". No han cumplido con las esperanzas del
pueblo y han consagrado a la Constitución de 2002 que otorga a las
autoridades las llaves del Gobierno", ha dicho Jalil Mrzouz, un
dirigente del bloque de oposición Wefaq, en una conferencia de prensa.
La actual Constitución entró en vigor después de un referéndum
sobre las reformas políticas tras la llegada del rey Hamad al poder en
1999. Pero la oposición ha acusado al Gobierno de promulgar una
Constitución unilateral en la que el poder carece de legitimidad
popular.
La oposición quiere cambios que le den al Parlamento electo plenos
poderes para legislar y formar los gabinetes. En la actualidad, la
familia Al Jalifa domina el gobierno y acusa a la oposición de tener una
agenda sectaria chií.
Wefaq ha asegurado que este tipo de acusaciones es una excusa para mantener los privilegios.
La aplicación final de las enmiendas se produce después que los
enfrentamientos se agravaran en las últimas semanas en el período previo
al Gran Premio de Bahréin de Fórmula Uno de abril. Un manifestante fue
encontrado muerto durante ese fin de semana con heridas de perdigones y
fracturas.
Treinta y cinco personas, incluyendo cinco agentes de seguridad,
murieron durante la aplicación de la ley marcial. La ley finalizó en
junio, pero desde entonces han muerto más personas, muchos por
complicaciones a la exposición de los gases lacrimógenos, según los
activistas. El Gobierno niega esas cifras y las causas de la muerte. Al
menos 11 policías resultaron heridos por cócteles molotov.
No hay comentarios:
Publicar un comentario