PEKÍN.- El Ministerio chino de Asuntos Exteriores ha
asegurado que no tiene "ninguna información" sobre la pretensión del
disidente Chen Guangcheng de trasladarse a Estados Unidos junto a su
familia por motivos de seguridad.
En una rueda de prensa habitual, el portavoz del Ministerio, Liu
Weimin, retirtó la posición de China, según la cual la forma en que
Estados Unidos ha tratado este asunto ha sido "irregular" e
"inaceptable". Asimismo, en relación con la intención de Chen de irse de
China, Liu se limitó a responder: "No tengo ninguna información sobre
eso".
El disidente chino Chen Guangcheng ha cambiado de su opinión
inicial de permanecer en su país y ha anunciado que, a pesar de lo
acordado por Pekín y Washington, su deseo es abandonar China y viajar
hacia Estados Unidos con su familia por considerar que sus derechos y su
seguridad no están garantizados en el país asiático.
Chen, que padece ceguera, abandonó el miércoles la Embajada de
Estados Unidos en Pekín, donde se refugió el pasado domingo después de
conseguir escapar del arresto domiciliario al que ha estado sometido
estos últimos años.
Al parecer, Chen ha decidido abandonar la sede diplomática en el
marco de un acuerdo entre los gobiernos de Pekín y Washington que le
permitiría quedarse en China con su familia en mejores condiciones. Tras
abandonar la Embajada, Chen ha sido trasladado a un hospital de Pekín,
escoltado por funcionarios estadounidenses, donde se encuentra en estos
momentos.
En una entrevista telefónica, el disidente ha
explicado que ha cambiado de opinión después de hablar con su mujer,
Yuan Weijing, y que, en lugar de permanecer en China, desea viajar a
Estados Unidos. "Eso es todo lo que espero", ha subrayado. "Hay muchas
razones y consideraciones" para explicar su cambio de actitud, "pero la
principal es que mis derechos y mi seguridad no están garantizados
aquí".
En concreto, ha denunciado que las autoridades chinas han
amenazado a su familia y ha mencionado su deseo de recibir tratamiento
médico. Chen ha precisado que todavía no ha tenido oportunidad de
explicar su cambio de opinión a las autoridades estadounidenses, pero ha
expresado su confianza en que le ayuden a abandonar China
"inmediatamente".
Chen fue puesto en arresto domiciliario en septiembre de 2010,
tras permanecer cuatro años en la cárcel por denunciar prácticas
ilegales llevadas a cabo por las autoridades regionales en el marco de
la política del hijo único, como los abortos forzados o un programa de
esterilizaciones.
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