MADRID.- España ha prohibido temporalmente el viaje sin
pasaporte desde la mayoría de países de Europa y enviará 2.000 policías
extra a Barcelona para prohibir protestas violentas cuando el consejo de
gobierno del Banco Central Europeo se reúna en la ciudad el jueves.
El Gobierno conservador de Mariano Rajoy teme que
activistas de otros países se unan a los manifestantes españoles para
protestar contra las medidas de austeridad durante la reunión del 3 de
mayo, después de los incidentes violentos ocurridos durante la huelga
general del 29 de marzo.
"Estamos trabajando en un endurecimiento de la
respuesta penal por cuanto no es posible que determinadas
manifestaciones públicas impidan al resto de manifestantes ejercer con
absoluta libertad y tranquilidad su derecho a manifestarse, y a los que
no quieran, que no sufran ningún tipo de daño en su propia persona o en
sus bienes", dijo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, en una rueda de prensa reciente.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díez, anunció
una suspensión temporal del tratado Schengen, que permite la libre
circulación de viajeros europeos entre los países miembros son necesidad
de pasaporte, y dijo que aumentará la seguridad en los aeropuertos. La
suspensión entrará en vigor el sábado y finaliza el 4 de mayo.
Las medidas para la reunión de alto perfil de un día
que celebrarán los gobernadores de los bancos centrales de la eurozona,
son parte de un amplio refuerzo de la seguridad mientras el agravamiento
de la recesión produce protestas cada vez más grandes.
El Gobierno conservador del PP, como ya habían hecho
los socialistas antes, han aprobado una serie de recortes de gastos,
aumentos de impuestos y reformas en un esfuerzo por reducir el déficit
público y mejorar la competitividad.
Estas medidas, una economía que no ha crecido más de
medio punto porcentual en cuatro años, una tasa de paro del 24 por
ciento y el 50 por ciento de los jóvenes sin trabajo, han llevado las
protestas a la calle aunque, a diferencia de Grecia, Italia y Reino
Unido, no han sido violentas.
Sin embargo, después de que jóvenes encapuchados
tirasen piedras y quemasen contenedores de basura en el centro de
Barcelona durante las manifestaciones de la huelga general del 29 de
marzo, que la policía respondió lanzando pelotas de goma para dispersar a
los manifestantes, la seguridad ha sido reforzada de cara a la reunión
del BCE.
De las 800.000 personas que se estima participaron en
las manifestaciones de la huelga general de marzo en toda España, 176
fueron detenidas y 116 resultaron heridas.
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