LONDRES.- El activista opositor Chen Guangcheng, un
disidente invidente que logró la semana pasada escapar de su arresto
domiciliario, ha abandonado este miércoles la Embajada de Estados Unidos
en Pekín, acompañado por el embajador norteamericano, Gary Locke, tras
haber permanecido allí durante los últimos seis días, ha informado la
cadena de televisión pública británica BBC.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha
informado en un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias
Xinhua de que Chen ha dejado la legación diplomática estadounidense "por
voluntad propia" y ha exigido al Ejecutivo estadounidense una disculpa
por su intromisión en el caso de este opositor.
Una fuente gubernamental estadounidense consultada por la BBC
ha explicado que Chen ha sido trasladado desde la Embajada de Estados
Unidos a un centro médico para someterse a una revisión. Cheng
permanecía desde hace seis días en la legación diplomática aunque su
presencia no había sido confirmada oficialmente ni por el Gobierno
estadounidense ni por el chino.
La salida de Chen de la Embajada de Estados Unidos en Pekín
coincide con la llegada de la secretaria de Estado norteamericana,
Hillary Clinton, para participar en unas reuniones anuales de alto
nivel. El incidente por la huida de Cheng de su domicilio amenazaba con
convertirse en un escollo para esas conversaciones, que estarán
centradas en cuestiones comerciales y temas como la situación en Siria.
La presencia del activista Chen en la Embajada estadounidense
ha sido confirmada directamente por el embajador Locke al diario 'The
Washington Post', al que ha confirmado que le han trasladado a un centro
médico de Pekín para que se someta a un examen médico. Un corresponsal
del diario norteamericano ha indicado que ha hablado con Cheng, que le
ha comunicado que está bien.
Tras la confirmación de que Chen ha estado refugiado en la
Embajada de Estados Unidos, el Gobierno chino ha denunciado en un
comunicado que el activista fue trasladado hasta la legación por medio
de "medidas anormales" y ha criticado la "inaceptable" interferencia de
Washington en cuestiones internas chinas.
Chen había permanecido en arresto domiciliario desde 2010,
tras pasar más de cuatro años en prisión por detener el tráfico y por
daños a una propiedad. El activista había hecho una campaña para
denunciar los abortos forzados y las esterilizaciones obligadas que
tienen lugar en la ciudad de Linyi, en la provincia de Shandong.
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