LONDRES.- Cientos de personas estaban congregadas este viernes con motivo del funeral de Mark Duggan, cuya muerte durante una operación policial el 4 de agosto fue la chispa que desató cuatro noches de disturbios en varias ciudades inglesas.
Duggan, un padre de familia de 29 años, murió en el norteño barrio londinense de Tottenham a manos de unos policías que realizaban una operación contra el crimen entre la comunidad negra.
Dos días después estallaron disturbios en Tottenham tras una manifestación frente a una comisaría de policía para exigir información sobre las circunstancias de su muerte. La violencia se propagó luego a otras ciudades y barrios londinenses.
Estos disturbios, los peores en al menos 30 años en Gran Bretaña, se saldaron con cinco muertos, cuantiosos destrozos y más de 3.000 detenciones.
Este viernes había unos 10.000 policías de servicio en Londres por miedo a que el funeral suscite tensiones pero no se veían fuerzas de seguridad en los alrededores de la iglesia de New Testament Church of God, donde tendrá lugar la ceremonia, ni a lo largo del recorrido del cortejo fúnebre, en Tottenham.
"Las circunstancias trágicas en las que falleció Mark Duggan siguen siendo un misterio", recalcó el obispo Barrington O. Burrell en un comunicado emitido poco antes del comienzo del funeral. "Hace falta una investigación independiente que pueda decir la verdad", añadió.
"El abismo entre la policía y los jóvenes negros sigue aparentemente creciendo (...). La policía británica debe cambiar de actitud hacia la comunidad negra y la comunidad negra también debe cambiar de actitud respecto a la policía", dijo ante un gran número de personas de origen africano y caribeño.
También consideró que "las propuestas para retirar prestaciones sociales a los alborotadores condenados o a sus padres no harían más que acentuar el problema".
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