MADRID.- El vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, no cree que el "nepotismo" se arregle legislando, sino que debe hacerse con el "sentido común" de las personas que se dedican a la política.
El dirigente popular defendió la Ley de Transparencia aprobada recientemente por el Gobierno como un "avance muy importante respecto a la situación" actual. No obstante, al ser preguntado si cree que debería haberse incluido en esa norma alguna medida para luchar contra el "nepotismo", es decir, la desmedida preferencia que algunos gestores públicos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos, aseguró que "eso no se arregla con la Ley".
En este sentido, consideró que la solución viene más por el lado del "sentido común" de las personas que se dedican a la política. Tampoco cree que en la citada Ley de Transparencia deba incluirse la obligación de explicar cómo han accedido al cargo los cónyuges o familiares directos de los cargos públicos.
"Nuestras familias, las familias de los responsables políticos pagan ya un alto precio muchas veces para que en ocasiones tengan que ser perjudicadas además por la situación en la que están sus familiares que se dedican a la vida pública", alegó y añadió que la cuestión es si quien accede a un puesto público es "competente" o "incompetente" o "si ha tenido un trato de favor o no".
El dirigente popular tampoco cree que la Ley deba ir más allá para que la Casa Real desglose las asignaciones que recibe del Estado y que para 2012 serán de 8,2 millones de euros. Recordó, en este sentido, que la Casa Real ya había dado pasos en esta dirección de la transparencia.
"Hay alguien que podría decir que querría más, pero lo que marcamos en la Ley nos parece un objetivo razonable", alegó tras recordar que esta norma se ha aprobado en 100 días de Gobierno, mientras que, dijo, "hay quien lo llevaba en su programa electoral y en ocho años no ha sido capaz de aprobarla".
En cuanto a las sanciones que prevé la Ley de Transparencia para los malos gestores públicos, descartó que el ministro Gallardón fuera merecedor de ellas por su gestión al frente del ayuntamiento de Madrid. "No es su gestión precisamente una de las que se podría ver afectada por esa norma", alegó.
En este sentido, explicó que una cosa es tener una gran deuda y otra "no poder afrontarla" y afirmó que la situación financiera de Madrid es "perfectamente asumible" como pone de manifiesto, añadió, la gestión "brillante" que está haciendo la alcaldesa Ana Botella.
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