GINEBRA.- Naciones Unidas ha denunciado en su último
informe sobre niños y conflictos armados la forma en que el Gobierno
sirio utiliza a menores de edad como escudos humanos para evitar que sus
tropas sean atacadas por combatientes opositores.
Según el informe presentado por el secretario general de la
ONU, Ban Ki Moon, la de Siria forma parte de las "nuevas crisis"
surgidas en el último año y que afectan a la infancia.
En ese país, escenario de violencia desde que comenzasen las
movilizaciones opositoras en marzo del año pasado, los niños también se
han convertido en "víctimas". Se arriesgan a morir o a sufrir
mutilaciones, detenciones, tortura, malos tratos o violencia sexual,
tanto por parte de las Fuerzas Armadas como por parte de los servicios
de inteligencia y los paramilitares 'shabbiha', afines al régimen.
Además, niños de entre ocho y trece años son sacados a la
fuerza de sus casas y "usados por los soldados como escudos humanos".
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad sitúan a estos menores junto a
los vehículos en que viaja el personal militar, según el informe.
Los centros educativos también se han convertido en Siria en
bases militares o centros de detención. Las autoridades llegan a
mantener en estas instalaciones a niños que, según se ha constatado en
algunos casos, sufren golpes e incluso descargas eléctricas.
La relatora especial de la ONU para Niños y Conflictos
Armados, Radhika Coomaraswamy, ha advertido de que "el mundo está
tomando nota" de la "violencia" que sufre la población en Siria. "Confío
en que estos crímenes no quedarán impunes", ha apostillado en un
comunicado.
La ONU incluye dentro de su informe de 2011 una "lista de la
vergüenza" que cita a los países que incumplen las normativas sobre el
respeto a la infancia, tras un año que ha tenido tanto evoluciones
positivas en algunas zonas como empeoramientos en países con nuevos
conflictos.
Naciones Unidas ha celebrado el fin de los conflictos de Nepal
y Sri Lanka, donde se han concluido con éxito los planes de acción
sobre los niños soldado que había propuesto la organización
internacional. En el último año, la ONU ha llegado a acuerdos similares
con Afganistán, República Centroafricana, Chad y Sudán del Sur.
República Centroafricana, Chad, Colombia, República
Democrática del Congo, Birmania, Sudán del Sur y Sudán promovieron en
2011 liberaciones de menores que permanecían bajo el control de grupos
armados, ha asegurado Coomaraswamy, quien ha advertido de que aún quedan
52 países o grupos dentro de la denominada "lista de la vergüenza".
Dentro de esta lista hay 32 países o grupos que están en ella
desde hace más de cinco años, lo que les convierte en autores
"persistentes" de violaciones de los derechos de la infancia.
Coomaraswamy ha abogado por poner "más presión" y ha planteado la
posibilidad de aprobar sanciones y estrechar la colaboración con
tribunales internacionales.
Por primera vez, el secretario general de la ONU ha incluido
en su informe a los responsables de ataques contra escuelas y
hospitales, que se suman así a los señalados por reclutar, matar,
mutilar y abusar sexualmente de niños.
Naciones Unidas menciona explícitamente a los grupos armados
afganos, congoleños e iraquíes, así como a las fuerzas del Gobierno
sirio, por bombardear, quemar, saquear y registrar colegios. Además,
también les vincula con acosos a profesores, estudiantes y personal
médico.
"En un conflicto, las escuelas y los hospitales deben ser
zonas de paz respetadas por todas las partes", ha subrayado la
representante especial de la ONU para Niños y Conflictos Armados.
Otra de las preocupaciones que la ONU recoge en este informe
es la mayor utilización de niños y niñas para la comisión de atentados
suicidas.
Los suicidas son en estos casos "víctimas" de abusos, según la
organización internacional, que ha apuntado que muchas veces los
menores ni siquiera saben que llevan explosivos sujetos a su cuerpo. Las
organizaciones utilizan el sistema de activación por control remoto y
el niño se convierte simplemente en un portador del artefacto.
Solo en 2011, al menos once niños murieron en Afganistán y
otros tantos perdieron la vida en Pakistán por esta "práctica perversa",
como la ha calificado Coomaraswamy. La edad de los menores varía, pero
se han constatado casos de niños de incluso ocho años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario