TÚNEZ.- Cientos de musulmanes salafistas enfurecidos
por una exposición de arte que consideran ofensiva para su religión se
han enfrentado a la Policía tunecina en la capital. A raíz de los
disturbios de anoche, 86 personas fueron detenidas y seis miembros de
las fuerzas de seguridad resultaron heridos.
Anoche, los manifestantes bloquearon varias calles y quemaron
neumáticos en los barrios de Ettadamen y Sidi Hussein, además de lanzar
cócteles molotov a la Policía. Una fuente del Ministerio del Interior ha
declarado a la agencia Reuters que durante la noche fueron arrestadas
86 personas y que, mientras intentaban dispersar a los alborotadores
empleando gases lacrimógenos y disparando al aire, seis agentes
resultaron heridos.
Esta mañana, las protestas se han extendido a varios barrios.
Algunos jóvenes estaban impidiendo que los tranvías pasasen por el
distrito de Intilaqa, donde los comercios permanecen cerrados. En
algunas zonas se han cometido saqueos.
Estos incidentes se han producido un día después de que un grupo
de salafistas --que aplican una interpretación puritana del islam--
irrumpieran en una exposición de arte en el barrio de La Marsa y
pintaran las obras que consideraron ofensivas. Al parecer, la que más
les disgustó fue una en la que se había escrito el nombre de Dios usando
insectos.
Un joven llamado Alí ha afirmado que "esos artistas están atacando
el islam". "Y no es algo nuevo", ha añadido mientras se preparaba para
enfrentarse a la Policía en Ettadamen.
A su juicio, "lo que ha echado gasolina sobre las llamas es el
silencio del Gobierno, que no ha tomado ninguna decisión". En un
comunicado difundido antes de las protestas, Ennahda (el partido
islamista moderado que encabeza el Ejecutivo de coalición) había
condenado las provocaciones e insultos contra la religión, pero también
había instado a sus simpatizantes a responder pacíficamente.
El mes pasado, unos salafistas atacaron varios bares y tiendas que
venden alcohol en al menos dos ciudades, donde se pelearon con otras
personas.
Los salafistas quieren que la religión tenga un peso mayor en el
Túnez posterior al régimen del presidente Zinedine al Abidine Ben Alí,
derrocado en enero de 2011, pero los líderes políticos de esta comunidad
han afirmado que perseguirán sus objetivos de forma pacífica y que no
se enfrentarán a Ennahda.
Varias páginas web islamistas difundieron el pasado domingo una
grabación sonora en la que el líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri,
insta a los tunecinos a defender la ley islámica frente a Ennahda. Este
partido, que comparte el poder con dos formaciones laicas, ha adelantado
que no intentará imponer la ley islámica en la nueva Constitución.
Toque de queda
El Gobierno tunecino ha anunciado la imposición de un toque de queda
esta noche para impedir que surjan nuevos altercados tras los disturbios
causados en los últimos días por manifestantes salafistas, que se han
saldado con más de 80 personas detenidas, según han informado los
Ministerios del Interior y de Defensa en un comunicado recogido por la
agencia de noticias oficial TAP.
La medida de emergencia --que
no había sido impuesta desde la revuelta que logró derrocar el 14 de
enero de 2011 al entonces presidente, Zine el Abidine Ben Alí-- se
mantendrá en vigor desde las 21.00 horas del martes hasta las 5.00 horas
del miércoles en la capital, Túnez, y en otras siete regiones.
"Esta decisión se adopta en respuesta a los actos de violencia causados
en los últimos días por grupos criminales contra instituciones públicas
y propiedades privadas", han subrayado en su comunicado conjunto los
Ministerios del Interior y de Defensa.
El Gobierno tunecino ha
dejado claro que el toque de queda no afectará a los funcionarios de
servicios de emergencias y protección civil ni a los trabajadores con
turno de noche. La decisión del Gobierno responde a los últimos
altercados causados por manifestantes salafistas, que se han saldado con
más de 80 personas arrestadas. Uno de los últimos incidentes se originó
durante una manifestación contra una muestra de arte que los
integristas consideraban ofensiva con el Islam.
Los
manifestantes salafistas llevan meses presionando al Gobierno tunecino,
liderado por el partido islamista Ennahda, para que imponga en el país
norteafricano una aplicación estricta de la ley islámica, la sharia, una
petición que el Ejecutivo sigue rechazando.
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