HONG-KONG.- El activista chino Li Wangyang, que estuvo en
la cárcel tras participar en las manifestaciones que se celebraron en
1989 y que se iniciaron en la plaza de Tiananmen, ha sido hallado muerto
en una habitación de hospital en extrañas circunstancias, según han
informado su familia y grupos de Derechos Humanos.
El cuerpo de Li ha sido encontrado por su hermana y su cuñado
colgado con una venda en el cuello en su habitación del hospital en la
que estaba ingresado en la ciudad de Shaoyang, en la provincia de Hunan
(sur). Las fuerzas de seguridad y el hospital han informado de que se
suicidó.
Sin embargo, su familia no se cree dicho dictamen y han asegurado
que hay ciertos aspectos de su muerte que no se han aclarado. En una
foto que ha tomado la familia se ve el cuerpo de Li colgado en la
habitación, pero con los pies en el suelo.
"Estuvo en prisión durante veinte años y no murió", ha declarado
su hermana a una televisión de Hong Kong. Yin Zhengan, amigo de la
víctima, ha asegurado que "es una persona con una gran voluntad". "Nunca
sentí que quisiera quitarse la vida", ha añadido.
El hongkonés Centro de Información para los Derechos Humanos y la
Democracia en China ha señalado en un comunicado que el personal de
seguridad del hospital podría haber simulado un suicidio después de que
el disidente fuera golpeado.
El activista y abogado Lee Cheuk Yan, que habló con la familia de
Li después de su muerte, ha explicado que el fallecido estaba
constantemente vigilado por las fuerzas de seguridad, que deberían haber
impedido que se suicidara. "Las circunstancias son muy sospechosas", ha
indicado.
Li fue condenado en 1989 a 22 años de trabajos forzosos por
participar en las protestas de su provincia tras el inicio de
manifestaciones en la plaza de Tiananmen, en Pekín. Desde que salió de
la cárcel el pasado año, ha permanecido en el hospital por dolencias en
un ojo y en un oído.
Un pequeño grupo de activistas en Hong Kong se han manifestado
este miércoles pidiendo una investigación por la muerte de Li y que se
le practique una autopsia después de que se impidiera a su familia
examinar su cuerpo.
Hace solo una semana, aseguró en una entrevista televisada que no
se arrepentía de haber luchado por la justicia. "Los incidentes del
cuatro de junio deben ser investigados oficialmente. Las almas de los
mártires necesitan encontrar paz", afirmó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario