BEIRUT.- Las fuerzas del régimen
sirio mataron el miércoles a 100 personas, incluidos niños y mujeres,
en la región de Hama (centro), denunció la oposición, mientras en
Estambul, Estados Unidos y otras potencias analizaban la crisis siria,
horas después de que Rusia y China se opusieran a una "intervención"
extranjera.
"Tenemos un centenar de muertos en las poblaciones de Al Kubeir y
Maarzaf, entre ellos unas veinte mujeres y veinte niños", declaró Mohamed Sermini, un portavoz del CNS, que acusó a las fuerzas del
régimen y a sus milicias de estar detrás de esa "matanza".
Sermini llamó además a los observadores internacionales, encargados
de supervisar el alto el fuego, vigente desde el 12 de abril, pero
violado cotidianamente, a trasladarse inmediatamente al lugar del drama.
El director del Observatorio Sirio de
Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane, habló igualmente de una
"matanza", informando acerca de 87 muertos, y recalcando que ese balance
no era definitivo.
Pese a la continuación de la violencia, y a los muertos que se
cuentan por decenas cada día, Rusia y China, aliados del régimen sirio,
se declararon el miércoles abiertamente hostiles a toda "intervención" y
a cualquier cambio de régimen en Siria.
Estados Unidos indicó por su parte que estaba dispuesto a apoyar una
acción coercitiva de la ONU contra Siria, en el marco del Capítulo VII
de la Carta de las Naciones Unidas, tal como lo había solicitado la Liga
Árabe.
Al mismo tiempo, 16 países, entre ellos Estados Unidos, varios países
árabes y europeos, se reunieron el miércoles en la noche en Estambul
para discutir acerca de los medios para hacer que cese la violencia en
Siria y obligar al presidente Bashar al Asad a dejar el poder.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton llegó el
miércoles a Estambul para participar en esa reunión.
Hillary Clinton, que culmina en Estambul una gira que la llevó a
Escandinavia y al Cáucaso, "evocará la situación en Siria y proceder a
un intercambio de puntos de vista" durante "conversaciones informales"
con sus homólogos de varios países, afirmaron fuentes diplomáticas
turcas que mantuvieron el anonimato.
La comunidad internacional no consigue superar sus divisiones sobre
el caso sirio, con Moscú y Pekín que rechazan toda injerencia en los
asuntos sirios y con los occidentales y algunos países árabes que
quieren una transición política que culmine con la partida de Bashar al
Asad.
"Rusia y China están de forma contundente en contra de los intentos
de solucionar la crisis Siria con una intervención militar exterior, así
como de imponer (...) una política de cambio de régimen", afirmó un
comunicado conjunto después de que el presidente ruso, Vladimir Putin,
se reuniera con los líderes chinos en China.
En este mismo sentido, el ministro ruso de Relaciones Exteriores,
Serguei Lavrov, dijo en Pekín que un cambio de régimen en Siria
conduciría ese país a una "catástrofe".
China y Rusia se manifestaron también a favor de una nueva
conferencia internacional sobre Siria para "alcanzar un acuerdo que
permita seguir, honestamente y sin ambigüedades, el plan de paz"
elaborado por el emisario Kofi Annan, plan que por ahora está a nivel de
letra muerta.
Hillary Clinton declaró que ella se reservaba su opinión sobre esta proposición.
Kofi Annan, que este jueves debe hablar ante la ONU, propondrá que
los occidentales, Rusia y China, y quizás incluso Irán y vrios países
árabes, formen un nuevo grupo de contacto para convencer a Damasco de
que inicie un diálogo político con su oposición, indicaron fuentes
diplomáticas.
Los diplomáticos apuntan que incluso el emisario ya admite el fracaso
de su plan y pide que la comunidad internacional presione para hacer
respetar el acuerdo o entonces que elabora otro plan.
"En ausencia de signos serios de conciliación de parte del régimen de
Al Asad, iremos muy pronto en esa dirección", dijo por su parte el
secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, refiriéndose al
Capítulo VII, que permite aislar totalmente a un país por un régimen
coercitivo de sanciones.
El sábado, la Liga Árabe pidió a la ONU un recurso al Capítulo VII
para imponer ruptura de relaciones diplomáticas y sanciones contra
Siria.
Esta cláusula permite incluso la posibilidad de un recurso a la
fuerza en caso de amenazas contra la paz, pero la Liga Árabe indicó no
haber "solicitado ninguna acción militar".
Por su parte, el ministro italiano de Relaciones Exteriores Giulio
Terzi estimó que existía un riesgo de "genocidio" si la comunidad
internacional no interviene rápidamente.
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