ASUNCIÓN.- El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha
anunciado este miércoles la creación de una comisión para investigar lo
ocurrido el pasado viernes en la localidad de Curuguaty, ubicada en el
departamento de Canindeyú (sureste), donde 17 personas murieron por los
enfrentamientos entre campesinos y policías.
En una rueda de prensa, Lugo ha explicado que la comisión
estará formada por representantes de la sociedad civil y que estará
supervisada por la Organización de Estados Americanos (OEA) "para dar un
marco de garantías".
El objetivo, ha apuntado, es investigar lo ocurrido "para
tener una mirada objetiva".
"Que la ciudadana tenga la seguridad de que
se ha llegado a analizar concienzudamente las causas y los responsables
sin turbulencias políticas ni económicas", ha aseverado.
"No queremos que haya una versión oficial. La Presidencia está
decidida a buscar la verdad, porque los conflictos de la tenencia de la
tierra no son recientes, sino que tienen décadas y décadas", ha
añadido, según informa el diario paraguayo 'El País'.
El ex obispo ha reconocido que "hay varias hipótesis de los
sucedido", incluida una que apunta a que fue un montaje y otra a que
intervinieron elementos del crimen organizado. Si bien, lo que parece
claro es que "hubo mal comportamiento por ambas partes".
Lugo se ha referido también a la intención del Partido
Colorado, líder de la oposición, de que comparezca en el Congreso,
dominado por dicha formación, para explicar lo ocurrido, lo que podría
dar lugar a un juicio político.
"En este luctuoso acontecimiento perdimos todos. No es el
momento de buscar ni de pedir réditos políticos por parte de nadie --ni
personas ni organizaciones--, porque sería solamente oportunismo
político", ha considerado.
Sin embargo, Horacio Cartes, uno de los precandidatos
presidenciales del Partido Colorado, ha señalado que "hay motivos de
sobra para hablar de mal desempeño (del Gobierno)". "No nos vamos a
callar, no vamos a ser cómplices", ha advertido, en declaraciones
recogidas por la agencia de noticias Reuters.
El último juicio político a un presidente paraguayo tuvo lugar
en 1999, cuando Raúl Cubas fue acusado de mal desempeño de sus
funciones tras el asesinato del vicepresidente Luis Argaña y la muerte
de siete jóvenes manifestantes. Cubas renunció antes de que concluyera
el proceso judicial.
El pasado viernes, 17 personas murieron --once campesinos y
seis policías-- en los enfrentamientos que se produjeron en el marco del
desalojo de la finca Morumbí, propiedad del ex senador del opositor
Partido Colorado Blas Riquelme, que fue ocupada hace tres semanas por un
centenar de campesinos para protestar por la escasez de tierras
agrícolas.
El suceso ha generado una gran polémica en el país
suramericano, hasta el punto de que ha provocado la dimisión del
ministro del Interior, Carlos Filizzola, y del comandante de la Policía,
Paulino Rojas, que ha sido aceptada por Lugo.
Desde años, los campesinos del sureste de Paraguay exigen al
Gobierno una distribución equitativa de las tierras de labranza,
denunciando que la mayoría de las fincas productivas están en manos de
los conocidos popularmente como 'brasiguayos', terratenientes brasileños
que han conseguido la nacionalidad paraguaya.
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