ZURICH.- La FIFA necesita cambiar su cultura interna y no sólo introducir
nuevos comités si quiere tener éxito en su batalla contra la corrupción
en sus filas, dijo el jueves Transparencia Internacional.
El organismo anticorrupción destacó que las prácticas de trabajo
de la FIFA, al menos hasta el año pasado, quedaron expuestas el
miércoles en la publicación de documentos legales por parte de la
fiscalía del cantón de Zug, en Suiza.
Los datos mostraron que el ex presidente de la FIFA Joao
Havelange y el ex miembro del comité ejecutivo Ricardo Teixeira
aceptaron sobornos multimillonarios por acuerdos sobre Mundiales y que
autoridades de la entidad no hicieron nada a pesar de saberlo.
"Esto demuestra una vez más que no se trata de trabajar en la
estructura y tener mejores normas, se trata de la cultura y el espíritu,
y la FIFA aún no ha empezado a trabajar en eso", declaró a Reuters la
asesora en deporte de Transparencia Internacional Sylvia Schenk.
"Se demostró que esa cultura y ese espíritu habían prevalecido
hasta hace apenas un año, cuando hubo un pequeño cambio. Se aceptó que
los directivos obtuvieran dinero de una manera que era contradictoria
con sus propias obligaciones para con la FIFA", agregó.
El brasileño Havelange, presidente de la entidad que gobierna el
fútbol entre 1974 y 1998, recibió un pago de 1,5 millones de francos
suizos (1,53 millones de dólares) en marzo de 1997 por parte de la ya
quebrada empresa de márketing deportivo ISL.
Teixeira, que presidió la Confederación Brasileña de Fútbol desde
1989 hasta su renuncia este año, aceptó 12,7 millones de francos suizos
entre 1992 y 1997, dijeron los fiscales.
ISL vendía los derechos comerciales de transmisión de los
Mundiales en nombre de la FIFA. La empresa quebró con deudas de unos 300
millones de dólares en 2001.
La FIFA ha respondido a una serie de recientes escándalos de
corrupción con la introducción de un comité de auditoría y
responsabilidad y la reforma de su comité de ética, al que dividió en
dos cámaras: una dedicada a la investigación de casos y otra encargada
de juzgar y emitir sanciones.
Los máximos responsables de ambas cámaras serán anunciados por la
entidad el martes, cuando el presidente Joseph Blatter tiene previsto
un encuentro con medios por primera vez desde la publicación de los
documentos.
Blatter, de 76 años, trabaja en la FIFA desde 1975. El suizo fue
secretario general de la organización antes de suceder a Havelange en la
presidencia en 1998.
Schenk dijo que un ejemplo de la cultura prevaleciente en la FIFA
fue la declaración de su representante legal durante el caso, acerca de
que "en Sudamérica y África (...) los sobornos son parte del salario
habitual de la mayoría de la población".
"Ellos (la FIFA) realmente no han entendido el mensaje", remarcó
Schenk. "Si no se trabaja duro en la cultura, el programa de
responsabilidad es más bien un espectáculo", añadió.
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