MANAMÁ.- Un tribunal civil de Bahréin ha confirmado
este martes las condenas dictadas por una corte marcial contra 20
líderes de las movilizaciones antigubernamentales de 2011, según informó
a través de Twitter la Oficina de Información del Gobierno.
Las condenas incluyen ocho penas de cadena perpetua, entre
ellas las dictadas contra el conocido activista Abdulhadi al Jawaja y
contra el dirigente opositor Hassan Mushaimaa, quien ha reclamado el fin
de la monarquía y la proclamación de la república.
Aparte, el dirigente opositor suní Ibrahim Sharif cumple una
pena de cinco años. Siete de los 20 condenados fueron juzgados en
ausencia, entre ellos el 'bloguero' Ali Abdulemam, sentenciado a quince
años de cárcel y actualmente escondido. Los abogados de la defensa han
anunciado que el fallo del tribunal civil aún podría ser recurrido.
Desde febrero de 2011, en la aureola de la llamada 'Primavera
Árabe', Bahréin fue escenario de importantes movilizaciones populares
lideradas por la mayoría chií y en contra de la élite suní que gobierna
el país.
"El veredicto no nos sorprende. Si no hay consecuencias
internacionales y si nadie pide cuentas al régimen de Bahréin, no tienen
incentivos para cambiar", ha declarado por Twitter la hija de Al
Jawaja, Maryam al Jawaja, dirigente activista exiliada en el extranjero.
El clérigo suní Mohamed Jalid se ha pronunciado clara y
expresivamente a favor del veredicto: "¡Dios es grande! ¡Dios es
grande!", ha declarado por Twitter. Muchos suníes temen el ascenso de
los chiíes en caso de que el Gobierno acepte las reclamaciones políticas
de la oposición.
Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró su "preocupación" por la confirmación de las "duras" sentencias de cárcel impuestas contra veinte opositores bareinís y pidió a las autoridades de Baréin que les permita apelar las penas y les garantice un "proceso justo".
"El secretario general exhorta a las autoridades bareiníes que permitan a todos los acusados defender su derecho a apelar y a garantizar que se celebre un proceso justo", dijo el portavoz de Ban, Martin Nesirky, en un comunicado distribuido en la sede central de la ONU en Nueva York.
El máximo responsable de la ONU se mostró "preocupado" por las sentencias impuestas a veinte activistas políticos bareiníes que estaban acusados de intentar derrocar al régimen, entre las que figura una contra Abdulhadi al Jawaya, que en 2011 estaba en huelga de hambre.
Ban reiteró su petición a las autoridades del país que garanticen "la aplicación de las normas internacionales de derechos humanos, incluidos el derecho a un juicio justo, de la libertad de expresión y de asamblea pacífica".
También volvió a señalar la necesidad de que Baréin viva "un diálogo nacional verdadero y sin exclusiones que responda a las legítimas aspiraciones de todos los ciudadanos, ya que ése es el único camino para promocionar la paz, la estabilidad y la justicia en el país".
Un tribunal bareiní de apelaciones dio su visto bueno a las sentencias dispuestas en junio de 2011 por un tribunal militar, entre las que hay siete cadenas perpetuas y seis con penas de entre cinco y quince años de cárcel.
La corte también confirmó los fallos contra otros siete opositores, juzgados en rebeldía, y que habían sido sentenciados a cadena perpetua.
Los condenados -entre los que hay clérigos chiís, políticos y activistas en internet- han sido procesados por los cargos de intentar derrocar e incitar el odio contra el régimen, y de conspirar con países extranjeros, entre otros.
Una comisión independiente establecida por el Gobierno de Manama había recomendado la anulación de las condenas después de hallar pruebas de que algunos acusados habían confesado bajo tortura y no habían tenido acceso completo a sus abogados.
Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró su "preocupación" por la confirmación de las "duras" sentencias de cárcel impuestas contra veinte opositores bareinís y pidió a las autoridades de Baréin que les permita apelar las penas y les garantice un "proceso justo".
"El secretario general exhorta a las autoridades bareiníes que permitan a todos los acusados defender su derecho a apelar y a garantizar que se celebre un proceso justo", dijo el portavoz de Ban, Martin Nesirky, en un comunicado distribuido en la sede central de la ONU en Nueva York.
El máximo responsable de la ONU se mostró "preocupado" por las sentencias impuestas a veinte activistas políticos bareiníes que estaban acusados de intentar derrocar al régimen, entre las que figura una contra Abdulhadi al Jawaya, que en 2011 estaba en huelga de hambre.
Ban reiteró su petición a las autoridades del país que garanticen "la aplicación de las normas internacionales de derechos humanos, incluidos el derecho a un juicio justo, de la libertad de expresión y de asamblea pacífica".
También volvió a señalar la necesidad de que Baréin viva "un diálogo nacional verdadero y sin exclusiones que responda a las legítimas aspiraciones de todos los ciudadanos, ya que ése es el único camino para promocionar la paz, la estabilidad y la justicia en el país".
Un tribunal bareiní de apelaciones dio su visto bueno a las sentencias dispuestas en junio de 2011 por un tribunal militar, entre las que hay siete cadenas perpetuas y seis con penas de entre cinco y quince años de cárcel.
La corte también confirmó los fallos contra otros siete opositores, juzgados en rebeldía, y que habían sido sentenciados a cadena perpetua.
Los condenados -entre los que hay clérigos chiís, políticos y activistas en internet- han sido procesados por los cargos de intentar derrocar e incitar el odio contra el régimen, y de conspirar con países extranjeros, entre otros.
Una comisión independiente establecida por el Gobierno de Manama había recomendado la anulación de las condenas después de hallar pruebas de que algunos acusados habían confesado bajo tortura y no habían tenido acceso completo a sus abogados.
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