ATENAS.- La policía griega empleó este miércoles gases
lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a miles de manifestantes
que abarrotaron la plaza frente al Parlamento de Atenas en una imponente
muestra de descontento contra los diputados, que tenían previsto
aprobar por la mínima un paquete de austeridad.
La violencia estalló cuando un puñado de manifestantes
intentó sobrepasar una barricada para entrar en el Parlamento, donde se
espera que el primer ministro, Antonis Samaras, logre una ajustada
victoria aprobando una ley de austeridad pese a la oposición de un socio
de su coalición.
Sin embargo, la sesión se vio brevemente interrumpida
cuando los trabajadores del Parlamento hicieron huelga y los
legisladores de la oposición salieron de la cámara en protesta.
Fuera del Parlamento se oían fuertes estallidos
mientras los manifestantes lanzaban cócteles molotov y la policía
respondía con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. En la calle
junto al Congreso se veía humo y pequeños fuegos.
Eso se produjo después de que un gran grupo de
ciudadanos desafiara a la lluvia, plantándose ante los antidisturbios
con banderas y pancartas que decían "¡Son ellos o nosotros!" y "¡Poned
fin a este desastre!"
Casi 100.000 manifestantes en total, algunos coreando
"¡Pelead! Os están chupando la sangre" llenaron la plaza y calles
aledañas en una de las mayores manifestaciones que se han visto en
meses, según la policía.
Los manifestantes ondearon banderas italianas,
portuguesas y españolas en solidaridad con otros países del sur de
Europa que están aplicando reformas de austeridad.
"Estas medidas nos están matando poco a poco y a los
diputados de ahí dentro no les importa un comino", dijo Maria
Aliferopoulou, de 52 años, que tiene dos hijos y vive con 1.000 euros al
mes.
"Son ricos, lo tienen todo y nosotros no tenemos nada y luchamos por las migajas, por sobrevivir", afirmó.
El transporte público quedó interrumpido, cerraron
escuelas, bancos y oficinas gubernamentales y la basura se acumulaba en
las calles, en el segundo día de una huelga nacional de dos días
convocada para protestar contra la votación.
Respaldados por la oposición de izquierda, los
sindicatos dijeron que las medidas golpearán a los pobres sin afectar a
los ricos, mientras se profundiza una recesión de cinco años que ha
aniquilado un quinto de la producción del país y ha llevado la tasa de
desempleo a un récord del 25 por ciento.
Mas recortes
Al cabo de dos horas de concentración pacífica, bajo una lluvia que no paraba, grupos de manifestantes encapuchados lanzaron proyectiles contra la policía, a lo que los agentes respondieron con gases lacrimógenos.
"Abajo la política de sumisión y humillación", proclamaba una de las pancartas. "Eliminación de la deuda, resistencia a las medidas de la miseria", rezaba otra.
"Temo que se aprueben las medidas, pero debemos demostrar nuestra oposición", afirmaba ante el Parlamento, Costas Lahais, de 39 años, empleado de una empresa farmacéutica.
Después de tres años de austeridad y cinco de recesión, la población protesta contra un nuevo paquete de rigor, el que votará este miércoles el Parlamento por el procedimiento de urgencia para ahorrar 18.000 millones de euros de aquí a 2016.
Las medidas, contenidas en un solo artículo de 400 páginas, prevén recortar los sueldos más altos del funcionariado, desde el jefe del Estado Mayor del Ejército hasta los profesores de universidad, pasando por policías, bomberos y hasta jueces, que este miércoles tacharon la medida de "anticonstitucional" e "ilegal". Los sueldos de los diputados, en cambio, se mantienen.
También se prevé un aumento de la jubilación a 67 años, recortes en las pensiones de más de 1.000 euros mensuales, la partida de miles de funcionarios, una mayor desregulación del mercado laboral, la apertura a la competencia de profesiones protegidas y aumentos de impuestos sobre el gas y el tabaco.
La aprobación de estas medidas, junto con el presupuesto estatal para 2013, que será votado el domingo, es una condición para que los acreedores de Grecia, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), le entreguen los 31.200 millones de euros correspondientes al siguiente tramo del rescate financiero.
Sin ese dinero, Grecia podría encontrarse en suspensión de pagos a finales de mes.
Al igual que en las tres votaciones similares efectuadas desde el inicio de la crisis de la deuda en 2010, el dilema de este miércoles vuelve a ser la austeridad o la quiebra.
La diferencia ahora es que la mayoría de los economistas no deja de denunciar en el mundo entero los efectos nefastos de tantos recortes en la economía.
Según las previsiones que la Comisión Europea publicó este miércoles, Grecia vivirá en 2013 el sexto año consecutivo de recesión, con una contracción del PIB del 4,2%. La recuperación no llegaría hasta 2014, con un crecimiento del 0,6%.
A nivel político, la votación pondrá a prueba la cohesión del gobierno de coalición, en el que participan tres partidos: el conservador Nueva Democracia, del que forma parte el primer ministro Antonis Samaras, el socialista PASOK e Izquierda Democrática.
A pesar de las muchas objeciones que suscita el nuevo paquete en la coalición, los analistas y la prensa local esperan que las medidas salgan adelante con el apoyo de 155 de los 300 diputados de la cámara.
Este miércoles, la huelga paralizó la capital, aunque el metro volvió a funcionar por la tarde para que los manifestantes pudieran movilizarse. Los transportes marítimos y aéreos estuvieron perturbados. El sector sanitario también se vio afectado, con las farmacias cerradas y los hospitales funcionando a mínimos. También se sintió el paro en algunos bancos, en la justicia y las administraciones locales.
Mas recortes
Los
300 diputados griegos se disponían este miércoles a votar un proyecto
de ley plurianual que introduce nuevas reformas y medidas de austeridad
durante cuatro años más, en medio de la presión de la calle, que se
opone a las iniciativas impuestas por la UE y el FMI para seguir dando
asistencia financiera a Atenas.
Frente al edificio del Parlamento, en pleno centro de Atenas, se
manifestaban este miércoles por la tarde más de 70.000 personas, según
estimaciones de la policía, para concluir una huelga general de 48 horas
contra las nuevas disposiciones.Al cabo de dos horas de concentración pacífica, bajo una lluvia que no paraba, grupos de manifestantes encapuchados lanzaron proyectiles contra la policía, a lo que los agentes respondieron con gases lacrimógenos.
"Abajo la política de sumisión y humillación", proclamaba una de las pancartas. "Eliminación de la deuda, resistencia a las medidas de la miseria", rezaba otra.
"Temo que se aprueben las medidas, pero debemos demostrar nuestra oposición", afirmaba ante el Parlamento, Costas Lahais, de 39 años, empleado de una empresa farmacéutica.
Después de tres años de austeridad y cinco de recesión, la población protesta contra un nuevo paquete de rigor, el que votará este miércoles el Parlamento por el procedimiento de urgencia para ahorrar 18.000 millones de euros de aquí a 2016.
Las medidas, contenidas en un solo artículo de 400 páginas, prevén recortar los sueldos más altos del funcionariado, desde el jefe del Estado Mayor del Ejército hasta los profesores de universidad, pasando por policías, bomberos y hasta jueces, que este miércoles tacharon la medida de "anticonstitucional" e "ilegal". Los sueldos de los diputados, en cambio, se mantienen.
También se prevé un aumento de la jubilación a 67 años, recortes en las pensiones de más de 1.000 euros mensuales, la partida de miles de funcionarios, una mayor desregulación del mercado laboral, la apertura a la competencia de profesiones protegidas y aumentos de impuestos sobre el gas y el tabaco.
La aprobación de estas medidas, junto con el presupuesto estatal para 2013, que será votado el domingo, es una condición para que los acreedores de Grecia, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), le entreguen los 31.200 millones de euros correspondientes al siguiente tramo del rescate financiero.
Sin ese dinero, Grecia podría encontrarse en suspensión de pagos a finales de mes.
Al igual que en las tres votaciones similares efectuadas desde el inicio de la crisis de la deuda en 2010, el dilema de este miércoles vuelve a ser la austeridad o la quiebra.
La diferencia ahora es que la mayoría de los economistas no deja de denunciar en el mundo entero los efectos nefastos de tantos recortes en la economía.
Según las previsiones que la Comisión Europea publicó este miércoles, Grecia vivirá en 2013 el sexto año consecutivo de recesión, con una contracción del PIB del 4,2%. La recuperación no llegaría hasta 2014, con un crecimiento del 0,6%.
A nivel político, la votación pondrá a prueba la cohesión del gobierno de coalición, en el que participan tres partidos: el conservador Nueva Democracia, del que forma parte el primer ministro Antonis Samaras, el socialista PASOK e Izquierda Democrática.
A pesar de las muchas objeciones que suscita el nuevo paquete en la coalición, los analistas y la prensa local esperan que las medidas salgan adelante con el apoyo de 155 de los 300 diputados de la cámara.
Este miércoles, la huelga paralizó la capital, aunque el metro volvió a funcionar por la tarde para que los manifestantes pudieran movilizarse. Los transportes marítimos y aéreos estuvieron perturbados. El sector sanitario también se vio afectado, con las farmacias cerradas y los hospitales funcionando a mínimos. También se sintió el paro en algunos bancos, en la justicia y las administraciones locales.
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