BRUSELAS.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha
reclamado al Gobierno español que cualquier reforma para frenar los
desahucios esté "bien definida", "mantenga la disciplina crediticia" y
evite el "riesgo moral". A largo plazo, el FMI pide crear un "régimen
especial de insolvencia personal" que permita a los ciudadanos
reestructurar sus deudas.
Estas recomendaciones se incluyen en el segundo informe sobre el
rescate bancario español realizado tras la visita a Madrid de los
inspectores de la troika -formada por el FMI, la Comisión Europea y el Banco
Central Europeo- entre el 28 de enero y el 1 de febrero.
El FMI celebra que "la mayor parte de las medidas del programa ya
se han completado", aunque reclama una "supervisión vigilante" porque
"los riesgos para la economía y el sector financiero se mantienen
elevados ya que España continua sufriendo un difícil proceso de
corrección de los desequilibrios previos a la crisis".
La institución dirigida por Christine Lagarde señala que algunas
de las propuestas del Gobierno para reformar el marco legislativo sobre
las hipotecas "son pasos en la buena dirección" que corrigen los
problemas detectados en la normativa española.
"No obstante, será importante cuantificar cuidadosamente el
impacto probable de las reformas para garantizar que medidas como el
aumento de los beneficiarios del código de buenas prácticas se calibre
para lograr un equilibrio adecuado entre asistir a los que más lo
necesitan y mantener la disciplina crediticia y evitar el riesgo moral",
dice el informe.
Cualquier mecanismo de reducción de la deuda, reclama el FMI,
"debe aplicarse sólo a aquellos con problemas económicos" teniendo en
cuenta su posición financiera global.
Por lo que se refiere al régimen especial de insolvencia personal,
el Fondo cree que debería incluir rasgos como "la posibilidad de
empezar de cero para los deudores financieramente responsables tras un
periodo razonable una vez que se cierre la fase de liquidación". En todo
caso, avisa que este sistema debe diseñarse de forma que "no cree
riesgo moral y mantenga firmemente la disciplina crediticia y la cultura
de pago en España".
El FMI reclama que se acelere la aplicación de las quitas a los
titulares de preferentes y deuda subordinada de las entidades que han
recibido ayudas europeas con el fin de garantizar un reparto adecuado
del coste de los rescates. No obstante, avisa de que los costes de
indemnizar a los preferentistas estafados, cuando así lo dictaminen los
procesos de arbitraje o sentencias judiciales, pueden ser
"significativos".
"Deben elaborarse planes para garantizar que los bancos estén
plenamente capitalizados en todas las contingencias posibles -incluyendo
costes más altos de lo esperado de casos judiciales fuera del proceso
de arbitraje- incluso aunque sean remotas", dice el FMI.
El informe reclama a las autoridades españolas que controlen de
forma continua la posición de solvencia de los bancos para detectar de
forma temprana cualquier problema. Y que exijan a los bancos que
prioricen el aumento de capital frente a distribuciones de dividendo en
efectivo o de bonuses.
En cuanto al banco malo al que se han transferido los activos
inmobiliarios de los bancos con ayudas (Sareb), el FMI le reclama "un
plan de negocios sólido, global y actualizado a largo plazo", así como
una aplicación estricta de la normativa para prevenir los conflictos de
intereses en el consejo de administración.
El Fondo pide introducir mejoras en la ley de cajas de ahorro con
el fin de aumentar los incentivos para que las cajas se deshagan
gradualmente de sus participaciones de control en los bancos
comerciales.
Finalmente, el informe aconseja reforzar aún más la independencia
del Banco de España transfiriéndole todos los poderes de supervisión.
Además, pide un plan de acción para aplicar las recientes propuestas del
Banco de España para reforzar sus procedimientos de supervisión.
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