BARCELONA.- El sargento y el cabo imputados por haber
supuestamente ordenado el lanzamiento de una pelota de goma que hirió a
un joven durante la celebración el 11 de julio de 2010 de la victoria de
la selección española en el Mundial de Fútbol, han negado ante el juez
haber dado la orden, han explicado fuentes de la acusación.
Los dos mandos han declarado ante el titular del Juzgado de
Instrucción nº 27 de Barcelona, Francisco Xavier Paulí, que la zona donde
ordenaron disparar las balas de goma "no es" donde se produjeron los
hechos, y que no saben como Nicola Tanno perdió el ojo derecho y sufrió
fracturas en los huesos de la cara y un hematoma cerebral, según las
mismas fuentes.
Hace unos meses, el caso se reabrió a petición de un fiscal de la
Audiencia de Barcelona que, tras archivarse la causa, pidió la
imputación de los dos agentes de rango superior al no conocer la
identidad de los supuestos escopeteros.
Según explicó Nicola Tanno después de los hechos en 2010, todo
ocurrió el 11 de julio pasada la una de la madrugada a la altura del
número 347 de la Gran Via, cuando él estaba entre las mesas de una
terraza de bar donde se refugió al ver la llegada de los furgones de los
antidisturbios.
"Me acerqué a este bar porque vi a jóvenes y familias. Yo estaba
un poco asustado, pero tranquilo de que no estaba pasando nada", y
explicó que, cuando sintió un impacto en el ojo, comprendió que había
recibido un golpe.
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