IBIZA.- «¿Se pueden construir aeropuertos sin
aviones?», pregunta Alberto Garzón, diputado de Izquierda Unida en el
Congreso, a las cerca de 200 personas que llenaron el auditorio del Club
Diario de Ibiza. Un «no» general recorre la sala. «Si pensáis eso es
que no sois constructores, si lo fuerais pensaríais que sí se puede»,
continúa el político, provocando las risas entre el público que asiste a
la conferencia ‘La gran estafa. ¿Quién es el ladrón y quién el robado
en esta película?’, que se celebró anoche. Este de los
aeropuertos fue el ejemplo más claro que el economista puso sobre la
corrupción durante la algo más de una hora que duró la charla.
«La
corrupción es el lubricante del capitalismo», insistió el diputado, que
afirmó que las instituciones «promueven la corrupción». Por este motivo
defendió la creación de nuevas instituciones, pero que esta creación
debe surgir «desde abajo».
Garzón calificó el Parlamento español
de «teatro de sombras» ya que, aseguró, «no decide cosas importantes»
algo que, apuntó, hacen instituciones económicas «a las que nadie ha
votado». «La democracia implica sobre qué se puede votar», declaró,
recordando, a este respecto, la respuesta que el diputado popular
Martínez Pujalte dio a las 101 enmiendas que presentaron los partidos
políticos sobre el banco malo: «Nos dijo que no se aprobaría ninguna
porque con la troika [Banco Central Europeo, Fondo Monetario
Internacional y Comisión Europea] no se puede negociar, solo impone».
«Pero a la troika no la hemos votado», insistió. «Aún será verdad lo que
decían los anarquistas: si votar sirviera de algo, no nos dejarían
votar», ironizó.
En este sentido, destacó la práctica inexistencia
de referéndums en la historia democrática española. «El poder no es lo
mismo que el gobierno. Votamos al gobierno, pero el poder está en otro
lado», afirmó, refiriéndose claramente al poder económico. «Mario Draghi
destroza las economías del sur de Europa y nadie puede votarle»,
insistió Alberto Garzón, que como ejemplo de esa situación puso al
excandidato socialista Joaquín Almunia: «Perdió las elecciones y ahora
manda más que Rajoy».
El diputado de IU cargó con dureza contra la
Unión Europea durante toda la charla y acusó a Alemania de hundir la
economía española a conciencia, para mantener la suya. «A Alemania no le
interesaba que España se modernizase», añadió el economista. «Vinieron y
pensaron: ‘¿Qué tenéis? Sol y playa, pues sois un país de camareros’»,
ironizó el conferenciante, quien señaló que esta desindustrialización
del país hizo que España buscara la riqueza en la construcción.
Garzón
también aseguró que al país que dirige Merkel le interesa el rescate de
España porque el dinero que recibieran los bancos españoles serviría
para pagar la deuda que estos tienen con los bancos alemanes.
Garzón
explicó que en estos momentos se está empobreciendo la población
española para que la producción sea más barata y poder competir con
otros mercados. «El objetivo es bajar los salarios para crear un nuevo
sistema de crecimiento económico», apuntó. El economista se refirió al
«modelo chino», pero recordó que para mantener ese modelo de producción
hace falta también una sociedad «en la que sobren los derechos
laborales».
Con este panorama, el diputado de IU lamentó la situación de
la juventud española: «Nos habían vendido un cuento de hadas: estudia,
ve a la universidad y tendrás un trabajo y vivirás mejor que tus padres.
Ya nadie se cree ese cuento de hadas».
Garzón utilizó una fábula sobre una rana hervida para explicar lo que está pasando en España con los salarios y las condiciones laborales. «Si metes a una rana en una olla de agua hirviendo, al tocar el agua saltará y se escapará», explicó. «Si pones a la rana en una olla con agua fría, enciendes el fuego y la vas calentando poco a poco, la rana se irá adaptando a la temperatura y acabará muriendo hervida», continuó el diputado.
Garzón utilizó una fábula sobre una rana hervida para explicar lo que está pasando en España con los salarios y las condiciones laborales. «Si metes a una rana en una olla de agua hirviendo, al tocar el agua saltará y se escapará», explicó. «Si pones a la rana en una olla con agua fría, enciendes el fuego y la vas calentando poco a poco, la rana se irá adaptando a la temperatura y acabará muriendo hervida», continuó el diputado.
Garzón aseguró que esto mismo es lo que ocurriría en España si
un día el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, anunciara una bajada
general de un 20 por ciento en los salarios de los españoles. «La gente
se le echaría encima, saltaría de la olla», afirmó. «Nosotros somos la
rana», continuó el político, que señaló que la olla con agua a buena
temperatura en la que la rana acaba hervida es la reforma laboral «que
permite que el empresario negocie las condiciones y bajar el sueldo un
20%».
No hay comentarios:
Publicar un comentario