SANTIAGO DE CHILE.- Miles de estudiantes volvieron a las calles de Chile,
en la segunda gran convocatoria de este curso, para exigir de nuevo una
educación pública, gratuita y de calidad, en su tercer año de
movilizaciones sin grandes progresos en esa lucha.
En Santiago, unas 80.000 personas, según los estudiantes, y 37.500,
según Carabineros, participaron en una marcha que transcurrió de forma
pacífica y culminó, como ya es habitual, con violentos incidentes entre
grupos de encapuchados y policías.
Se mantiene la demanda de fondo, que es el establecimiento de una
educación pública, gratuita y de calidad que reforme el sistema impuesto
desde 1981 por la dictadura de Augusto Pinochet, contra el que los
jóvenes comenzaron a protestar en 2011.
"No puede ser normal que mes a mes marchemos más de 150.000 personas
en las calles y todavía no logremos ningún cambio significativo en la
educación", declaró el presidente de la Federación de Estudiantes
de la Universidad Católica, Diego Vela.
Un manifestante identificado como Juan, de 19 años, relató que
cada mes debe pagar unos 250.000 pesos (405 euros) por cursar Biología
en la estatal Universidad de Chile que es pública.
Además de la exigencia de fondo, en esta marcha los jóvenes protestan
también por un cambio en los criterios para asignar becas y créditos a
bajo interés, fundamentales para que muchos estudiantes puedan pagarse
sus estudios.
"En este contexto específico hay compañeros que están perdiendo becas
y créditos, demostrando cuán vulnerables somos mientras la educación no
sea concebida como un derecho", indicó el presidente de los
estudiantes de la Universidad de Chile, Andrés Fielbaum.
Los estudiantes chilenos se movilizan para exigir que el Gobierno
central se haga cargo de la administración de la educación básica y
media, lo que actualmente está a cargo de los ayuntamientos, y a nivel
universitario buscan el fin del beneficio existente en muchos centros
privados.
Los jóvenes rechazan, por considerarlas insuficientes, las medidas
del Gobierno de Sebastián Piñera, que ha decidido aumentar las becas y
rebajar el coste de los créditos, así como supervisar y mejorar la
calidad de la educación que se imparte.
En su intención de provocar un cambio total en el sistema, los
estudiantes también han emplazado a los candidatos a las elecciones
presidenciales de noviembre, para las que la exmandataria Michelle
Bachelet (2006-2010) figura como favorita.
Los estudiantes pretenden trasladar "a todos los candidatos que si no
están dispuestos a escuchar a los movimientos sociales van a tener
movilizaciones mucho más grandes permanentemente", advirtió Fielbaum.
En noviembre se celebrarán también elecciones parlamentarias, en las
que los tres líderes que pusieron rostro a este movimiento en 2011,
Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Camilo Ballesteros, buscarán lograr un
escaño como diputados.
Durante estos tres años de movilizaciones, cuatro ministros han
dirigido la cartera de Educación, que vivió su último cambio en abril,
cuando la oposición desbancó en el Congreso a Harald Beyer y éste fue
sustituido por Carolina Schmidt, antes ministra de la Mujer.
Piñera dijo hoy en una entrevista a Radio Biobío que su Gobierno
defiende la existencia de una educación pública y privada, y que espera
asegurar a todos los jóvenes el acceso en la educación.
Sobre la manifestación de estudiantes, el mandatario declaró que "es
su derecho, pueden marchar todos los días si quieren, pero queremos que
eso no termine en violencia".
La marcha de Santiago partió de la Universidad de Santiago en un
ambiente festivo en el que estudiantes y docentes se sumaron a la
convocatoria de las principales organizaciones que agrupan a alumnos de
secundaria y universitarios y del Colegio de Profesores, al grito de "Va
a caer la educación de Pinochet" o "La educación chilena no se vende,
se defiende".
Hacia el final del recorrido se registraron desmanes entre jóvenes
encapuchados y policías de Carabineros, que lanzaron chorros de agua y
gases lacrimógenos para dispersar a esos grupos.
Los encapuchados quemaron una caseta de seguridad y agredieron a
golpes y patadas a un periodista de CNN Chile, según relató el afectado.
Hasta el momento no se conocen cifras de detenidos.
Este miércoles también se han registrado marchas en otras ciudades
chilenas, como Arica, Iquique, Antofagasta, Valparaíso, Chillán,
Concepción, Temuco, Valdivia y Puerto Montt.
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