MADRID.- El expresidente del Gobierno José María Aznar ha enumerado este lunes
un "profundo" programa de reformas que debe llevar a cabo el Ejecutivo
de Mariano Rajoy para "dar continuidad al proyecto nacional que formuló
el PP ante los españoles". Dentro de ese "reformismo de alta
intensidad", ha citado medidas como una reducción del tamaño de las
administraciones públicas que ordene "eficientemente" el reparto de
competencias y un sistema fiscal "al servicio del empleo y el
crecimiento".
Aznar ha hecho estas consideraciones durante su intervención en el
Club Siglo XXI en el marco del ciclo de conferencias organizado por el
exministro Eduardo Zaplana con motivo del trigésimoquinto aniversario de
la Constitución, un acto que ha contado con la asistencia de la
vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro
de Industria, José Manuel Soria. En representación del PP ha acudido el
vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano.
Entre los asistentes también se encontraban su esposa y alcaldesa de
Madrid, Ana Botella; los empresarios Luis de Rivero, Fernando Fernández
Tapias y Enrique Cerezo; el exportavoz del Ejecutivo Pío Cabanillas; el
exsecretario de Comunicación del PSOE Fernando Moraleda; el consejero de
Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty; y los
parlamentarios Gabriel Elorriaga, Ana Torme y Pilar Marcos, entre otros.
Alrededor de mil personas han escuchado esta conferencia de Aznar,
que se produce tres semanas después de las duras críticas que él mismo
lanzó en una entrevista en Antena 3 contra la gestión de Mariano Rajoy.
En aquella aparición televisiva pidió bajar ya los impuestos, cumplir el
programa electoral y llevar a cabo una acción política más decidida
frente a la "languidez de la resignación". También dejó abierta la
posibilidad de volver a primera línea de la política activa, una opción
que no ven viable en su partido.
Aznar, más suave en las formas en su conferencia de hoy, ha recordado
que el PP es el partido "que ha mantenido un voto más fiable incluso en
las circunstancias menos favorables" y ha añadido que "la
responsabilidad" con los electores y con España en las elecciones
generales de 2011 es "histórica". Y por eso ha dicho que ese voto debe
entenderse como "un mandato para retomar un programa de reformas tan
profundo como lo requiere el contexto nacional e internacional" y para
dar continuidad al proyecto nacional que formuló el PP ante los
españoles y en el que los votantes se reconocieron".
Dicho esto, el expresidente del Gobierno ha dedicado el grueso de su
intervención a enumerar las medidas que deben emprenderse para
"revitalizar los cinco compromisos fundamentales que definieron la
Transición". A su entender, hay que "renovar para actualizar los
objetivos históricos de la Transición", así como "atender y encauzar la
voluntad de cambio de la que está dando muestras inequívocas la sociedad
española".
En primer lugar, José Maria Aznar ha pedido dejar claro que "no está
abierta la discusión sobre la Nación española ni sobre su soberanía",
asegurando que "cualquier acuerdo nuevo se haga para reforzar la nación y
no para debilitarla".
En segundo lugar, ha apostado por "renovar y fortalecer" el
funcionamiento del sistema democrático y el respeto al Estado de
Derecho, ya que, según ha señalado, hay una crisis política que exige
soluciones y reformas políticas. "Reformas incisivas para reforzar y
modernizar la democracia representativa, no para liquidarla", ha
avisado, para precisar que esas reformas significan "mucho más que el
adelgazamiento del aparato público o el incremento de la eficacia
administrativa".
Se trata, ha proseguido, de asegurar la división de poderes,
mejorando los procedimientos democráticos, corrigiendo la fragilidad de
numerosas instituciones y reformando a fondo la organización y
funcionamiento de la Justicia. Es más, ha dicho que los partidos tienen
que ser "el cauce de las reformas", "no su dique de contención".
Y en medio de los numerosos casos de corrupción que salpican la vida
política española, ha defendido la necesidad de llevar a cabo reformas
para "asegurar el cumplimiento de la ley y la honradez en la gestión de
lo público". Según ha dicho, "sin ley no hay democracia" y los que dicen
"apelar a la democracia para que se prescinda de la ley están
amenazando gravemente los fundamentos más elementales del Estado
democrático de derecho".
En tercer lugar, el expresidente ha urgido a "estabilizar
definitivamente la estructura territorial", de modo que, garantizado la
unidad nacional tanto como la autonomía, se "supere el vaciamiento
creciente de lo común y se asegure la igualdad de oportunidades, la
igualdad de derechos y la solidaridad de todos los españoles". En su
opinión, es hora de incrementar la racionalidad organizativa y económica
del modelo territorial, tanto en lo que se refiere al Estado Autonómico
como a los entes locales.
Según Aznar, reducir el tamaño de las administraciones públicas,
restablecer la estabilidad y el control presupuestario de todas ellas,
garantizar la unidad de mercado y ordenar "eficientemente" el reparto de
competencias "parece hoy indispensable" para consolidar el Estado de
las Autonomías. "Y habrá que instrumentar para ellos los cambios
normativos que resulten precisos", ha indicado.
Sáenz de Santamaría, que escuchaba atentamente su conferencia en
primera fila, presentará antes del 30 de junio el informe sobre la
reforma de las administraciones públicas del Gobierno en el que un grupo
de trabajo liderado por el subsecretario de Presidencia, Jaime Pérez
Renovales, lleva trabajando desde hace varios meses.
Ante el órdago soberanista de Artur mas, ha afirmado rotundo que el
esfuerzo que los españoles han realizado para alcanzar el compromiso que
equilibra unidad y diversidad en el Estado Autonómico "no puede ser
malbaratado por la gravísima deslealtad de algunos".
"Y en nuestra
Constitución, tanto como en la decidida voluntad de convivencia de los
españoles, hay resortes suficientes para evitarlo", ha proclamado.
En cuarto lugar, Aznar ha apostado por "flexibilizar y estabilizar la
economía" alegando que es "lo que necesitan las clases medias y lo que
hará posible el bienestar". Y en este punto, ha pedido de nuevo una
bajada de impuestos.
"Nuestro sistema fiscal no se adapta a la sociedad de hoy. Es
necesario cambiarlo y ponerlo al servicio del empleo y del crecimiento,
no al servicio de las administraciones. No podemos resignarnos a ser la
sociedad que nuestras administraciones nos imponen. Ellas tienen que
servir a la sociedad que queremos", ha aseverado.
Además, el expresidente del Gobierno ha asegurado que es "preciso"
renovar el pacto social para adaptarlo a tres circunstancias que no se
votan en las elecciones sino que son realidad: la unión monetaria, una
economía global y una demografía y una esperanza de vida que "obligan a
cambiar políticas y modelos" para hacer sostenible el Estado de
Bienestar.
Finalmente, como quinto objetivo nacional Aznar ha asegurado que hay
que "recobrar" la posición de España en Europa y en el mundo. "Alcanzar
esos objetivos exige de todos una actitud constructiva y decidida, la
actitud de no estar contra nadie sino de estar con los españoles", ha
proclamado.
Durante su intervención, Aznar ha lanzado duras críticas contra el
PSOE y la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero, acusando a la
izquierda de no adaptarse a los cambios globales, no "anticipar" la
crisis e iniciar, junto al nacionalismo, "el camino de vuelta hacia
políticas de exclusión" como el Pacto de Tinell.
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