EL CAIRO.- Tres manifestantes han sido asesinados en la
ciudad de Asiut, al sur de El Cairo, en una nueva agresión contra los
manfiestantes concentrados desde para exigir la dimisión del presidente
Mohamed Mursi. Este mismo domingo ha muerto otro manifestante en Beni
Suef, también en el Alto Egipto, en un ataque de individuos armados,
supuestamente islamistas.
En Asiut los tres manifestantes fallecidos participaban en una de
las concentraciones contra Mursi cuando fueron atacados por individuos
no identificados cerca de la sede para el Alto Egipto del Partido
Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes de Mursi,
informa el diario estatal 'Al Ahram', que cita al jefe de la seguridad
de la ciudad, el general Abou el Qassem Abou el Deif.
Uno de los fallecidos, Abanob Atef, falleció debido a una herida
de bala en la cabeza, por un disparo efectuado por un individuo que se
desplazaba en motocicleta, según 'Al Ahram'. Otras ocho personas,
incluido un policía, han resultado heridas en el mismo ataque.
El ministro de Sanidad egipcio, Mohamed Hamed, ha confirmado la
muerte de un manifestante en Beni Suef y ha revelado su identidad: Ammar
Gouda, de 25 años.
Además, Hamed ha informado de que 228 personas han sido atendidos
en hospitales de siete gobernaciones, 36 de los cuales ya han recibido
el alta. Muchos de los atendidos han sufrido percances debido al calor y
a los tumultos, más que incidentes violentos.
Mursi descarta dimitir
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha
rechazado este domingo abandonar el poder por cualquier otro medio que
no esté legitimado por la Constitución, en una entrevista al diario
británico 'The Guardian' en la que ha responsabilizado de la actual
violencia en Egipcio a sectores cercanos al antiguo régimen de su
predecesor, Hosni Mubarak.
"Si cambiamos a alguien que fue elegido según la legitimidad
constitucional, habría gente que se opondría a ese nuevo presidente y
una semana o un mes después pedirían su dimisión", aseguró.
Para el presidente Mursi, las críticas contra esta legitimidad "no
tienen cabida", pero sí "puede haber protestas en las que la gente
exprese sus opiniones".
"Lo que es imperativo es la adopción y
aplicación de la Constitución. Ese es el punto crítico", indicó el
dirigente egipcio.
Además, Mursi denunció a los canales privados de comunicación por
exagerar la intensidad de las protestas, iniciadas a su vez por
"oficiales leales" al ex presidente Mubarak.
"Los medios han escogido pequeñas situaciones de violencia que han
magnificado para que parezca que el país entero está sumido en la
violencia". Mursi desmintió que las protestas hayan aparecido de manera
natural, sino que obedecen a la acción de "los restos del antiguo
régimen".
"Tienen dinero, que consiguieron a través de la corrupción, y han
usado este dinero para intentar que el antiguo régimen regrese al poder,
a través del pago a matones para que generen violencia", declaró Mursi,
quien se mostró convencido de que "en términos generales, toda
revolución tiene sus enemigos y en este caso hay quien intenta
obstaculizar el camino del pueblo egipcio hacia la democracia".
No obstante, Mursi admitió su error al aprobar la modificación de
un decreto constitucional que le proporcionaba amplios poderes, y que
anuló poco después. El decreto "contribuyó a que la sociedad se hiciera
con una idea equivocada", reconoció, si bien aclaró que personalmente no
tuvo que ver en la modificación de la Constitución, impulsada más bien
por los Hermanos Musulmanes, la base de su partido.
"No soy yo quien cambió el artículo. No fui yo quien interfirió en
el trabajo de la Asamblea Constitucional. Desde luego que no", apuntó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario