CIUDAD DEL VATICANO.- El director general del Instituto para las
Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano, Paolo
Cipriani, y el vicedirector, Massimo Tulli, han presentado su dimisión
tras la investigación abierta en Italia sobre presunto blanqueo de
dinero a través de la institución bancaria vaticana.
La dimisión ha sido aceptada por la Comisión de Cardenales y la
dirección de la superintendencia y se produce después de que el pasado
viernes fueran detenidos el prelado Nunzio Scarano, un miembro de los
servicios secretos italianos y un 'broker' financiero. Entre otras
operaciones, los tres arrestados pretendían introducir en Italia 20
millones de euros procedentes de Suiza para los miembros de una familia
de propietarios navales del sur de Italia.
Scarano, quien trabajaba como contable en la administración
financiera del Vaticano, ya había sido suspendido de sus funciones hacía
varias semanas con motivo de la apertura de una investigación judicial
sobre sus actividades en Salerno.
Estas detenciones se enmarcan en la investigación emprendida en
2010 por la Justicia italiana contra los entonces presidente y director
general del IOR, Ettore Gotti Tedeschi y Paolo Cipriani, por violación
de las normas para impedir el blanqueo de dinero.
Scarano ha sido acusado de haberse extraído alrededor de 600.000
euros en efectivo de una cuenta en el Banco Vaticano, por lo general en
pequeñas cantidades de 10.000 euros cada una, que posteriormente eran
entregados a unos cómplices para que los convirtieran en cheques que el
propio obispo depositaba a continuación en una cuenta abierta en un
banco italiano para pagar una hipoteca.
Estas renuncias se producen pocos días después de que el Papa
Francisco nombrase una comisión pontificia de cinco miembros con la
misión de investigar las actividades del Instituto de Obras Religiosas.
La comisión, que estará presidida por el Cardenal Raffael Farina,
recopilará documentos, datos e información sobre el IOR y presentará los
resultados de su trabajo al Papa, que ha tomado esta decisión por su
deseo "de conocer mejor la situación jurídica y las actividades" del
Banco Vaticano, según informó el jefe de la Oficina de Prensa de la
Santa Sede, el Padre Federico Lombardi.
El objetivo del Pontífice, según Lombardi, es "permitir una mejor
armonización del mismo con la misión de la Iglesia universal y la Sede
Apostólica, en el contexto más general de las reformas que sean
oportunas realizar por parte de las instituciones que dan auxilio a la
Sede Apostólica".
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