MADRID.- Jorge Volpi retrata las trampas y las mentiras
del ser humano en su nueva novela, 'Memorial del engaño' (Alfaguara), a
través de dos planos, la esfera pública y la privada, enmarcados ambos
en el "capitalismo contemporáneo", en la utopía neoliberal y su caída en
2008.
En este libro, el lector asiste a la vida de J.Volpi, un inversor
de Wall Street, y el relato de sus distintas parejas, la búsqueda de su
padre, la relación conflictiva con su madre y, en medio de todo esto,
una estafa de cerca de 15 mil millones de dólares.
Según ha explicado el autor este martes durante una entrevista
concedida a Europa Press, aunque esta "no intenta ser una novela
ideológica", la relación entre "un cínico" y su padre le sirve a Volpi
para hablar a la vez de la historia del capitalismo contemporáneo, "con
sus sobresaltos y sus engaños".
Esta novela surgió de un interés por narrar el boom de la crisis,
en 2008, "como símbolo de fin del modelo de capitalismo", una reflexión
que el autor mexicano comenzó en Madrid donde pudo ver "en vivo" las
consecuencias.
Otro "punto de disparo" para este relato fue el descubrimiento de
la historia del economista Harry Dexter White, fundador del Fondo
Monetario Internacional, que fue acusado de ser espía soviético y que
aparece en esta novela.
Tal y como indica el escritor, este libro es un "cúmulo de engaños
públicos, privados, que motivaron la burbuja económica" y
posteriormente la crisis, así como familiares. Por ello, ante tal
"catálogo" de mentiras, Volpi introdujo otra variable: incluir su propio
nombre como protagonista y narrador.
"Si en algo se parece un defraudador, un criminal financiero y un
novelista es que todos ellos se dedican a decir mentiras para vender
algo, una historia o lo que sea necesario", explica el autor,
quien retoma la idea cervantina, aunque "llevada a las últimas
consecuencias", ya que en esta novela "no hay ni un solo detalle" que
indique que 'Memorial del engaño' esté escrito por él.
Preguntado acerca de la ideología neoliberal y su relevancia hoy
en día, Volpi está convencido de que aún está "vigente" y que no ha
desaparecido, y que solo "se ha retraído por la catástrofe y las
consecuencias que la gente aún padece", pero no ha sido "sustituida por
otra".
"Tras la caída de la Unión Soviética, nos vendieron la idea de que
no había ideologías y de que las medidas económicas que se tomaban eran
técnicos, que iban a funcionar para hacer que las sociedades fueran
prósperas y democráticas", opina.
En 2008, en cambio, se descubrió que "todo era un engaño", una
ideología "disfrazada de medidas técnicas, pero a fin de cuentas una
ideología" que permitía que el mercado se autorregulase y que hubiera
"libre tránsito de capitales pero no de personas".
En este panorama, cree que "la izquierda no ha sabido responder al
desafío de la caída de este sistema".
"Quizás porque se acomodó a
aplicar las mismas medidas de la derecha o porque ha respondido con las
viejas quejas de la época de la guerra fría pero sin un modelo
alternativo que resulta de una síntesis después de esta catástrofe",
apunta.
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