BRUSELAS.- Las medidas de
consolidación fiscal adoptadas en España por el Gobierno de Mariano
Rajoy durante los años 2012 y 2013 -como la subida del IRPF y del IVA-
han afectado sobre todo a los hogares más pobres, que son los que han
experimentado una mayor reducción de ingresos, según el último estudio
trimestral sobre el empleo y la situación social en la UE publicado este
lunes por la Comisión Europea.
También en Reino Unido son los hogares con
niveles más bajos los que han experimentado las mayores reducciones de
ingresos a raíz de los ajustes en el periodo 2012-2013.
En contraste, en Grecia y Portugal, las nuevas
reformas de los sistemas tributario y de prestaciones sociales
efectuadas en 2012-2013 hicieron bajar los ingresos de todos o casi todos los hogares, según el estudio de Bruselas.
En Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía, el impacto global
de las reformas de los dos últimos años en los ingresos de los hogares
fue positivo, ya que aquellos con ingresos más bajos se beneficiaron, en términos relativos, de los cambios. Y en Italia sólo el grupo de los más ricos vio reducidos sus ingresos.
Si se tiene en cuenta el conjunto de los recortes realizados desde que estalló la crisis en 2008 hasta 2013, la carga del ajuste en España ha recaído más sobre los sectores más pobres
y sobre los más ricos de la sociedad que sobre las clases medias, según
el estudio de Bruselas. La misma evolución se observa de nuevo en el
caso de Reino Unido.
El impacto de los ajustes en los ingresos de los hogares desde el
principio de la crisis ha sido especialmente importante en Irlanda,
Grecia, Portugal, España y Lituania, mucho menos pronunciado en Estonia,
Italia, Francia, Letonia y Reino Unido y positivo en Alemania y Reino
Unido.
En el caso de España, el estudio señala el importante aumento del IRPF y del IVA, que ha aumentado 5 puntos, del 16% al 21%.
De hecho, el impacto de la subida del IVA en los ingresos de los
hogares españoles es similar al total del resto de ajustes. Los recortes
han afectado más a los hogares con personas mayores por los ajustes en
pensiones, según el informe.
El informe concluye que la reciente recuperación económica en la UE aún no se ha traducido en un aumento destacado del empleo
y que la situación social en la UE muestra pocos signos de mejora por
el momento, hasta el punto de que los niveles de pobreza seguirán
aumentando.
"La economía de la UE ha vuelto a crecer lentamente.
Sin embargo, la situación de muchos hogares y de muchas personas aún no
mejora, y cada vez son más los casos de gente con dificultades
financieras. Las desigualdades han aumentado, y existe el riesgo de que la frágil recuperación actual no mejore la situación de muchos grupos con ingresos bajos. La UE está aún lejos de haber logrado una recuperación inclusiva y generadora de empleo", ha avisado el comisario de Empleo, László Andor, en un comunicado.
El empleo mostró los primeros signos de estabilización en 2013,
con un crecimiento del 0,1 % en el segundo semestre. El crecimiento fue
positivo en el sector de los servicios, mientras que la pérdida de empleos en la construcción y los sectores industriales se redujo.
No obstante, las cifras del tercer y cuarto trimestres de 2013 muestran
que en un número cada vez mayor de Estados miembros de la UE el
crecimiento de la economía no ha ido acompañado de la creación de
empleo.
En 2013, la renta familiar disponible bruta real de los hogares continuó disminuyendo
respecto al año anterior en la zona del euro, aunque a un ritmo más
lento. Otra tendencia preocupante es el continuo aumento de las
dificultades financieras desde 2010, con un sector creciente de la
población que afirma tener que recurrir a sus ahorros y, en los últimos
tiempos, incluso endeudarse, para cubrir los gastos cotidianos.
Los
hogares con rentas más bajas son los más perjudicados. El 10% de los
adultos que viven en hogares de renta baja se ven obligados a endeudarse
y otro 15 % ha de gastar los ahorros para cubrir los gastos corrientes
(frente al 5 % y el 12 % correspondientes a la población total).
El desempleo observado en enero de 2014 alcanza aún niveles de récord, con unos veintiséis millones de personas
(10,8 % de la población activa) en busca de empleo en la UE. En varios
Estados miembros, el desempleo se mantiene cercano a los máximos
históricos observados por primera vez en la crisis actual. El estudio
señala también un uso creciente del trabajo temporal y a tiempo parcial.
La pobreza y la exclusión social siguieron aumentando en 2011 y 2012 y,
según los últimos datos disponibles, podrían crecer también en 2013 en
los países donde la situación económica y el mercado de trabajo han
seguido deteriorándose.
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