LONDRES.-Inversores que poseen casi 6.000
millones de acciones han rechazado los planes de remuneración de diez de
los mayores bancos del mundo en las últimas semanas mientras la ira por
las primas excesivas que reciben ha llegado a niveles récord en Reino
Unido y ha aumentado notablemente en Estados Unidos.
Los elevados bonus que reciben los banqueros han contribuido a
la crisis financiera de 2008-2009, y desde entonces los bancos han
cambiado la estructura de remuneración salarial, aunque muchos
políticos, accionistas y ciudadanos dicen que el sector no ha ido lo
suficientemente lejos.
"Aunque se están produciendo algunos cambios de comportamiento, no son lo suficientemente profundos ni amplios. El sector sigue premiando el beneficio a corto plazo sobre la prudencia a largo plazo, los bonus de hoy sobre la relación de mañana", dijo esta semana la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
El rechazo de los accionistas a las primas para los directivos en cinco bancos europeos y otros cinco de Estados Unidos se situó en una media del 17,5 por ciento en sus reuniones anuales celebradas en abril y mayo, según el análisis de Reuters de las votaciones.
Esa cifra supone un aumento respecto a la media del 9,5 por ciento en los mismos 10 bancos el año pasado, pero es ligeramente inferior a la oposición récord del 19,2 por ciento alcanzada en 2012.
La oposición en los bancos británicos se situó en niveles récord, encabezada por un 41 por ciento de los accionistas en Standard Chartered que votaron en contra de su plan de pagos a ejecutivos. En Barclays más de un tercio de los votantes no aprobaron los planes, incluyendo la abstención.
Eugenia Jackson, jefa de gobernanza en F&C Investments, que gestiona activos de 82.000 millones de libras y votó contra los informes sobre remuneraciones en Barclays, HSBC, UBS y otros, dijo que el descenso de ingresos y beneficios en la banca de inversión y unos requisitos de capital más exigentes han aumentado la atención sobre cómo adaptan los bancos los niveles retributivos.
"Es una preocupación mayor de lo que era antes porque estamos dándonos cuenta de que los viejos modelos de negocio tienen que cambiar, y como consecuencia tenemos que volver a replantear la compensación", dijo Jackson.
"Las votaciones sobre decidir la compensación de los directivos bancarios no son vinculantes, aunque hay una presión creciente para cambiar eso".
Este año, algunos bancos han llevado a cabo votaciones vinculantes sobre algunos aspectos de la política retributiva, e inversores en bancos británicos tuvieron que votar sobre una política salarial por separado que establecía planes de pago a tres años. Fue aprobada en todos los bancos, pero fue rechazada por el 21 por ciento de los accionistas de HSBC.Un rechazo por encima del 5 por ciento en las propuestas recomendadas por una empresa se suele considerar un voto de protesta, y cualquier cifra que supere el 10 por ciento se ve como significativa. Durante la "primavera de los accionistas" en Reino Unido en 2012, cuando los inversores fueron más claros en su rechazo, la oposición a los informes sobre retribuciones fue del 7 por ciento de media en las principales 350 empresas de Reino Unido.
Los inversores suelen estar preocupados por las retribuciones en las empresas de banca financiera, en las que los bonus son más altos y forman una parte importante de los gastos generales.
En las cinco empresas estadounidenses con bancos de inversión relevantes, entre ellos JPMorgan y Goldman Sachs, la oposición a los informes de compensación fue del 13,3 por ciento de media, frente al 9,1 por ciento el año pasado, pero por debajo de los niveles de 2011 y 2012.
Los políticos están animando a los inversores a que aumenten la responsabilidad de las compañías, aunque las grandes empresas suelen preferir trabajar entre bambalinas para evitar desacuerdos en público.
"Aunque se están produciendo algunos cambios de comportamiento, no son lo suficientemente profundos ni amplios. El sector sigue premiando el beneficio a corto plazo sobre la prudencia a largo plazo, los bonus de hoy sobre la relación de mañana", dijo esta semana la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
El rechazo de los accionistas a las primas para los directivos en cinco bancos europeos y otros cinco de Estados Unidos se situó en una media del 17,5 por ciento en sus reuniones anuales celebradas en abril y mayo, según el análisis de Reuters de las votaciones.
Esa cifra supone un aumento respecto a la media del 9,5 por ciento en los mismos 10 bancos el año pasado, pero es ligeramente inferior a la oposición récord del 19,2 por ciento alcanzada en 2012.
La oposición en los bancos británicos se situó en niveles récord, encabezada por un 41 por ciento de los accionistas en Standard Chartered que votaron en contra de su plan de pagos a ejecutivos. En Barclays más de un tercio de los votantes no aprobaron los planes, incluyendo la abstención.
Eugenia Jackson, jefa de gobernanza en F&C Investments, que gestiona activos de 82.000 millones de libras y votó contra los informes sobre remuneraciones en Barclays, HSBC, UBS y otros, dijo que el descenso de ingresos y beneficios en la banca de inversión y unos requisitos de capital más exigentes han aumentado la atención sobre cómo adaptan los bancos los niveles retributivos.
"Es una preocupación mayor de lo que era antes porque estamos dándonos cuenta de que los viejos modelos de negocio tienen que cambiar, y como consecuencia tenemos que volver a replantear la compensación", dijo Jackson.
"Las votaciones sobre decidir la compensación de los directivos bancarios no son vinculantes, aunque hay una presión creciente para cambiar eso".
Este año, algunos bancos han llevado a cabo votaciones vinculantes sobre algunos aspectos de la política retributiva, e inversores en bancos británicos tuvieron que votar sobre una política salarial por separado que establecía planes de pago a tres años. Fue aprobada en todos los bancos, pero fue rechazada por el 21 por ciento de los accionistas de HSBC.Un rechazo por encima del 5 por ciento en las propuestas recomendadas por una empresa se suele considerar un voto de protesta, y cualquier cifra que supere el 10 por ciento se ve como significativa. Durante la "primavera de los accionistas" en Reino Unido en 2012, cuando los inversores fueron más claros en su rechazo, la oposición a los informes sobre retribuciones fue del 7 por ciento de media en las principales 350 empresas de Reino Unido.
Los inversores suelen estar preocupados por las retribuciones en las empresas de banca financiera, en las que los bonus son más altos y forman una parte importante de los gastos generales.
En las cinco empresas estadounidenses con bancos de inversión relevantes, entre ellos JPMorgan y Goldman Sachs, la oposición a los informes de compensación fue del 13,3 por ciento de media, frente al 9,1 por ciento el año pasado, pero por debajo de los niveles de 2011 y 2012.
Los políticos están animando a los inversores a que aumenten la responsabilidad de las compañías, aunque las grandes empresas suelen preferir trabajar entre bambalinas para evitar desacuerdos en público.
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