BERLÍN.- El Gobierno alemán ha presentado su informe definitivo sobre las
reformas legales con las que quiere impedir que los inmigrantes de la UE
"abusen" de su sistema social y ha ratificado que limitará a seis meses
la estancia de quienes llegan al país a buscar empleo y no tienen
expectativas de encontrarlo.
Los ministros de Interior, Thomas de Maizière, y de Trabajo y Asuntos
Sociales, Andrea Nahles, han presentado en rueda de prensa el documento
y han destacado su total respeto al derecho comunitario y a la libertad
de circulación y establecimiento, un "pilar" de la UE, asegurando que
su objetivo es luchar contra el fraude y los abusos.
Entre las medidas más novedosas está limitar a seis meses -"como
hacen otros países europeos", ha subrayado De Maizière- el permiso de
residencia de los inmigrantes comunitarios que buscan empleo y prohibir
temporalmente que vuelvan a entrar en el país aquellos que comentan
fraude con ese permiso o con las prestaciones sociales, para penalizar
estas prácticas.
Consecuencias
El Gobierno presentó en marzo un avance del proyecto ante el
extendido temor a que el país se convierta en destino de importantes
flujos de rumanos y búlgaros, la que en Alemania se denomina
"inmigración de la pobreza". Según ha asegurado de Maizière, "no es un
problema extendido en toda Alemania, pero el Gobierno central debe
apoyar a los ayuntamientos afectados".
Si el inmigrante europeo no tiene expectativas de encontrar un
empleo, ha explicado el ministro, se cancelará su permiso de residencia y
estará "obligado" a abandonar el país. Las consecuencias prácticas si
no lo hace, ha precisado ante las dudas planteadas, será que perderá los
derechos inherentes a ese permiso, como la asistencia sanitaria u otras
prestaciones sociales.
En el documento se apuesta asimismo por endurecer las condiciones
para acceder a determinadas prestaciones, como las que se cobran por los
hijos a cargo, para evitar que los inmigrantes, que pueden recibir
ayudas por la familia que mantienen fuera de Alemania, perciban
subvenciones dobles. Se estudiará además la posibilidad de homologar la
prestación por hijo a la que recibiría en su país de origen.
Junto a estas medidas, se endurecerá la lucha contra la explotación
laboral, a la que están sometidos muchos inmigrantes sin papeles en el
país, y se facilitará ayuda financiera a los municipios con mayores
cargas, que este año recibirán 250 millones de euros.
El informe presentado hoy muestra el importante incremento del número
de inmigrantes que han llegado a Alemania en los últimos años
procedentes del este de Europa. De los poco más de 35.000 ciudadanos
rumanos y búlgaros que llegaron al país en 2004, se pasó en 2012,
últimas cifras presentadas por el Gobierno, a más de 180.000.
A finales de 2013 residían en Alemania 3,1 millones de ciudadanos
procedentes de otros países de la UE, algo más de 414.000 originarios de
Rumanía y Bulgaria, los países con más rápido crecimiento. El número de
españoles residentes en Alemania se situaba en diciembre de 2013 en
135.539, frente a los 108.278 que se registraban en 2004.
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