MADRID.- El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
ha cargado duramente contra el expresident de la Generalitat Jordí
Pujol, a quien ha avisado de que no espere "borrón y cuenta nueva" por
pedir perdón públicamente tras 30 años de "clandestinidad fiscal", ya
que no descarta que haya cometido uno o varios delitos.
En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Montoro ha anunciado que la Abogacía General del Estado pedirá
personarse en los procedimientos judiciales y administrativos del caso
Pujol para "llegar hasta el final" y ha desvelado que el expresident no
se acogió a la amnistía fiscal del año 2012.
No obstante, no ha
dado detalles de las actuaciones de ningún otro miembro de la familia
Pujol y se ha limitado a informar sobre lo que, según ha recalcado, le
permite la ley tributaria en este caso, "uno de los más graves" de
fraude fiscal ocurridos en España.
Así, ha recordado que ya en su anterior etapa como ministro de Hacienda, desde el año 2000 hasta el 2002, se desarrolló una operación que involucraba a varias sociedades, una de las cuales cotizaba en el Ibex 35.
La
Agencia Tributaria también ha participado en labores de auxilio
judicial en una operación vinculada a la familia Pujol sobre la
adjudicación de estaciones de ITV, cuya investigación sigue abierta.
Desde
2012 ha solicitado información a personas físicas y entidades de
crédito sobre operaciones financieras en Estados Unidos, Suiza, Reino
Unido, Holanda, Argentina, México y Luxemburgo, y colabora asimismo con
la Justicia en la obtención de datos de operaciones en Andorra.
Montoro ha censurado tajantemente el comportamiento ético y moral de Pujol,
a quien ha reprochado que se haya limitado a emitir un comunicado para
justificar que durante 30 años ha tenido oculta en el extranjero parte
de su fortuna familiar, incluida su etapa de Gobierno en Cataluña,
provocando una gran "alarma social" y sin voluntad de "enderezar el
rumbo".
Para el ministro, el único motivo por el que Pujol hizo
pública su confesión fue porque se sintió "acorralado" por los
investigadores de Hacienda.
A su juicio, el Estado democrático no puede admitir un "simple mea culpa" de
quien confiesa un fraude "deleznable y vergonzante", que -ha dicho-
requiere una respuesta sólida y contundente sin margen para la duda.
Pero,
además, el ministro ha reprochado a Pujol que en los últimos tiempos
"sorprendentemente" se haya reconvertido en "adalid del independentismo"
a la par que se investigaba su fortuna familiar, y cree que "no deja de
ser significativo" que el "escenario fiscal" tenga que ver con la
radicalización de los discursos políticos de quienes lanzan "pulsos al
Estado".
Una interpretación que no ha sido bien acogida por los diputados nacionalistas catalanes, que le han pedido al titular de Hacienda más cautela en sus declaraciones.
El
portavoz adjunto de CiU en el Congreso Pere Macías ha pedido al
ministro que no utilice el caso Pujol contra la consulta soberanista del
9 de noviembre y ha comparado el "tono" de Montoro con el que empleó,
"nada contundente", para informar sobre el caso Bárcenas en el Congreso.
Desde el PSOE, el diputado Pedro Saura ha criticado también la actuación del ministro, al que ha acusado de haber creado "una pasarela" para los grandes defraudadores con la amnistía fiscal, a la que se ha referido como "la vergüenza política del siglo".
Saura,
igual que el parlamentario de ICV Joan Coscubiela, ha emplazado al
ministro a crear una comisión de investigación sobre la reforma fiscal y
ha pedido que se deje a los técnicos de Hacienda indagar el origen del
dinero regularizado.
En la misma línea, la diputada de ERC Teresa Jordá ha subrayado que Pujol debe pagar,
pero también debe hacerlo el resto de defraudadores, y ha planteado que
en el caso del expresidente catalán lo hará no por defraudador, "sino
por catalanista", mientras que Pedro Azpiazu del PNV ha considerado que
las palabras de Montoro no "aportan nada" en aras del rigor.
Joan
Coscubiela ha ido más allá en su crítica y ha señalado que, si hubiera
un "récord mundial de cinismo", Montoro lo habría batido hoy, mientras
el diputado de UPyD Álvaro Anchuelo ha cuestionado que el titular de
Hacienda no utilizara durante su comparecencia para hablar de Bárcenas
el "nivel de elocuencia" ni "el tono regenerador" que ha esgrimido hoy.
Tras escuchar a los grupos parlamentarios, Montoro ha respondido con un nuevo reproche, ya que cree que no es pertinente la "tibia" respuesta que han tenido ante un caso de semejante gravedad partidos como el PSOE o CiU.
En
cualquier caso, ha reconocido que le gustaría que existieran menos
"cortapisas legales" para poder facilitar más detalles de ciertas
informaciones tributarias y ha propuesto a los grupos "abrir una
reflexión" sobre la posible reforma de la Ley General Tributaria. .
Otra
posibilidad que ha sugerido Montoro es que el Parlament abra una
comisión de investigación sobre el caso Pujol, a la que la Agencia
Tributaria tendría la obligación de remitir todas las informaciones de
las que dispone cuando le fueran solicitadas.
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