LEÓN/MADRID.- El eurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner ha anunciado hoy que deja la política, que renuncia a su acta en el Parlamento Europeo y que abandona esta formación para "recuperar la libertad".
En una rueda de prensa ofrecida en León ha explicado que ha tenido que tomar esta decisión tras los "insultos" recibidos desde la dirección de su partido desde que hace varios meses publicó un articulo en prensa en el que propugnaba un acercamiento a Ciudadanos.
De
este modo, Sosa Wagner tira la toalla del todo y deja Europa y deja el
partido, el segundo que abandona tras marcharse del PSOE, igual que hizo Rosa Díez, y que también como su ya exjefa, lo desanduvo por distanciamiento irreconciliable.
El mismo distanciamiento que siente ahora hacia UPyD después de una larga y tensa polémica que abrió él mismo al apostar por un pacto electoral con Ciutadans a través de un artículo de opinión publicado a mediados de agosto.
Si la idea de pactar con Ciutadans levantó ampollas en la dirección, mucho menos gustó que Sosa Wagner se despachara con críticas a las formas "autoritarias" y de "sectarismo" hacia el "núcleo duro" de Rosa Díez.
Y
desde entonces, no ha habido más que encontronazos entre Sosa Wagner y
la dirección de UPyD, que culminó ayer cuando fue despojado de la
portavocía del grupo parlamentario en Europa para sustituirle por la
"número dos", Maite Pagazaurtundua, totalmente afín a la ejecutiva.
Sosa
Wagner, que en su día fue una apuesta personal de Rosa Díez, llegó a la
Eurocámara tras las elecciones de 2009 con su carné de "independiente",
aunque enseguida se hizo militante de UPyD, y después de un paréntesis de veinte años fuera de la política.
Tiempo
que aprovechó para volcarse de lleno en la docencia -es catedrático de
Derecho Administrativo- y en su vocación literaria.
Una vocación
por la que ha cosechado más de un premio, como el Miguel Delibes por su
novela "Es indiferente llamarse Ernesto" o el Café Bretón por los
cuentos "Escenas históricas pero verdaderas".
También es conocido
por ser un ávido ensayista y entusiasta de un género que él mismo
denomina "sosería", muy pegado al costumbrismo, o de las "guindas al aguardiente", algo parecido a las greguerías de Ramón Gómez de la Serna.
Sosa
Wagner, que lleva el apellido de su abuelo alemán, repitió como "número
uno" de la candidatura europea de UPyD porque así lo decidió la
militancia en primarias y estuvo cinco años en la Eurocámara en el grupo de los "no adscritos" por ser el único diputado de UPyD.
Después
de los cuatro escaños que consiguió UPyD en las europeas de mayo
pasado, se convirtió en el portavoz de su partido en el del Grupo de los
Liberales y Demócratas Europeos (ALDE).
Nacido en la localidad marroquí de Alhucemas, cuando era territorio español, y con 67 años, Sosa Wagner arrancó en política de la mano del socialismo de Tierno Galván y
fue uno de los que participó en el diseño del modelo autonómico actual,
hoy tan atacado desde todos los frentes de UPyD. También fue secretario
general técnico del Ministerio de Administraciones Públicas con Felipe
González.
UPyD dice que lo cesó por no acudir a una reunión
El portavoz económico de UPyD en el Congreso, Álvaro Anchuelo, ha
explicado este jueves que la dirección del partido, a la que pertenece, se ha visto "forzada" a destituir a Francisco Sosa Wagner como
portavoz en la Eurocámara después de que éste se hubiera negado a
asistir a una reunión de coordinación celebrada en Madrid el pasado
viernes, y no a las opiniones del eurodiputado sobre la necesidad de
pactar con Ciudadanos, que provocaron un cruce de acusaciones internas.
En
los pasillos de la Cámara Baja, Anchuelo ha señalado que la decisión de
sustituir a Sosa Wagner por la 'número dos' de UPyD en Europa, Maite
Pagazaurtundua, se debe principalmente a que un portavoz de un grupo
parlamentario tiene que estar coordinado con la dirección de su partido,
una interlocución que, según ha remarcado, había "desaparecido" porque
Sosa Wagner se había negado incluso a asistir a una reunión de coordinación para intentar establecer unos criterios comunes sobre la labor a realizar en la Cámara comunitaria.
"Lo
que ha sucedido es lo que le hubiera sucedido a cualquier partido
español o extranjero en una situación" así, ha dicho el diputado
magenta, quien ha querido dejar claro que esta decisión -que ha sido
"unánime" en la dirección del partido y no sólo de su líder, Rosa Díez,-
no ha tenido "nada que ver" con sus opiniones sobre las cuestiones
internas del partido, sino por su negativa a reunirse con la Ejecutiva
de UPyD, algo que, según ha dicho, "perjudicaba" la actuación del grupo parlamentario en Europa.
"Son
temas diferentes", ha remarcado Anchuelo, quien además ha recordado que
la propuesta de estudiar una posible alianza con Ciudadanos, que generó
discrepancias internas en UPyD, fue un asunto que ya se debatió en un
reciente Consejo Político y, de hecho, ha apuntado que ya se ha abierto
un proceso de conversaciones con el partido que lidera Albert Rivera.
El
Consejo de Dirección de UPyD adoptó esta decisión en una reunión
mantenida el pasado sábado después del Consejo Político celebrado el
mismo día, según han indicado fuentes de la formación.
Pese a ello, el partido no hizo público el relevo de Sosa Wagner hasta
este miércoles por la noche a través de un comunicado en el que
argumentaba "ausencia de interlocución directa".
"Nos hemos visto forzados a dar este paso y lo lamento, pero es difícil que esa persona, por muchos valores personales que tenga, pueda seguir actuando como portavoz del partido",
ha dicho Anchuelo, máxime cuando su actuación "perjudicaba" al
funcionamiento de UPyD en Europa. "No podíamos seguir mirando para otro
lado", ha admitido.
Preguntado sobre si UPyD se arrepiente de
haberle presentado como 'número uno' para Europa, Anchuelo ha explicado
que en su partido a los candidatos se les elige por primarias y, a
renglón seguido, ha indicado que cada uno de los miembros del partido
adopta decisiones que tienen sus "consecuencias", como es el caso. "No
se trata de arrepentirse", ha zanjado.
Sosa Wagner comunicó la pasada semana a la dirección del partido su decisión de no participar en ningún encuentro directo hasta que no "restituyese" su imagen tras los "insultos gravísimos" que denuncia haber recibido en el Consejo Político celebrado el 6 de septiembre, según explicó la pasada semana.
A
su juicio, su "presencia física" no era necesaria en ningún encuentro
hasta no tener constancia de que se había "moderado la conducta". Pese a
ello, aseguraba estar dispuesto a coordinar su trabajo en el Parlamento
Europeo con la dirección del partido y para ello envió un documento
dando cuenta detallada de toda su labor.
"He enviado todo tipo de información y también recibo indicaciones, pero exijo una rectificación de comportamiento para volver con naturalidad a los órganos del partido", explicó sólo días antes de ser relevado de la Portavocía en la Eurocámara.
El
eurodiputado Fernando Maura tampoco acudió a este encuentro en
solidaridad con Sosa Wagner y adoptó la misma decisión de remitir a la
dirección un informe con su actividad en la Cámara, según trasladó también la pasada semana. "Esto no significa que neguemos
que el partido tiene derecho y puede hacer las sugerencias que considere
convenientes para la labor parlamentaria", aseguró.
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