MADRID.- La Presidencia de IU ha decidido finalmente no expulsar
a los portavoces de la Comunidad de Madrid, Gregorio Gordo, ni del
Ayuntamiento, Ángel Pérez, y tampoco intervenir la federación madrileña
como pedían muchos dirigentes, entre ellos el candidato a las elecciones
generales, Alberto Garzón.
Después de cinco horas de intensas y agrias discusiones, fuentes de IU Madrid
y de la dirección federal han confirmado que se ha optado por
abrir un expediente a los portavoces madrileños, a quienes se les
responsabiliza políticamente del comportamiento de los consejeros que la
formación tenía en Caja Madrid y del escándalo de las tarjetas opacas.
Tampoco
ha salido adelante la propuesta que defendían, entre otros, casi todos
los coordinadores regionales, de intervenir la federación autonómica.
La resolución ha contado con los votos a favor de 28 miembros de la Presidencia frente a los 16 que defendían la expulsión inmediata de Gordo y Pérez y que IU se hiciera cargo de la federación autonómica para zanjar la crisis interna.
Una
crisis que se agudizó después de que salieran a la luz las tarjetas
opacas de Caja Madrid y fueran señalados los representantes de la
federación en la entidad, particularmente José Antonio Moral Santín, que
cargó casi medio millón de euros en gastos personales y que ha sido
imputado por este motivo.
De esta situación, muchos miembros de IU
han culpado a Gordo y a Pérez por amparar a Santín y a los otros
consejeros de IU en Caja Madrid -todos fuera de la formación desde hace
un par de años-.
Por tal motivo pidieron su cabeza entre otros el candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón,
quien esta tarde, tras abandonar la reunión antes de que terminara, ha
insistido en que había que expulsar a los dos portavoces madrileños
porque era necesario adoptar una medida "contundente".
Además de
las responsabilidades que les atribuyen por el caso de Caja Madrid,
también se les achaca una gestión "más que dudosa" y poco transparente
de la contabilidad de la federación regional, que arrastra una deuda de
15 millones de euros.
Estas voces, cada vez más altas,
consiguieron que a mediados de diciembre la Presidencia federal pidiera a
los portavoces madrileños que abandonaran sus cargos, habiendo hecho
caso omiso ambos hasta la fecha de esa resolución adoptada por el órgano
ejecutivo.
IU Madrid se encuentra, además,
enzarzada en una guerra cainita entre la corriente mayoritaria que
controlan los portavoces madrileños y la que representan los ganadores de las primarias para la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, y el Ayuntamiento, Mauricio Valiente.
Según
han contado otras fuentes de la dirección, Sánchez está forzando
"que se rompa el muñeco" porque no había ninguna necesidad de entrar en
la estrategia de disolver la federación madrileña.
Como tampoco la
hay, según las fuentes, de llegar hasta la expulsión de Gordo y Pérez y
montar este espectáculo a cuatro meses de las elecciones autonómicas y
municipales cuando ellos se tienen que ir porque los candidatos son
otros.
Si se acordó posponer la celebración de una asamblea extraordinaria en Madrid
hasta después de los comicios y elegir a una nueva dirección "por qué
ese empeño" en esta estrategia de ruptura, se han lamentado.
Otros
que han estado en la reunión han sido los representantes de Izquierda
Abierta, el partido que lidera Gaspar Llamazares dentro de IU, que han
defendido, según han dicho, que la mejor manera de abordar la
renovación de Madrid es "darle voz" a las bases y han "abominado" de
esta guerra interna que daña a IU en un momento crucial en el que hay
que centrarse en el "reto" de ganar España.
Ahora, tras esta resolución, queda por ver que hará la corriente de Tania Sánchez,
quien ha estado presente en la reunión, porque esta mañana esperaban
una reacción "contundente" por parte de la dirección federal contra los
"rebeldes", es decir, Gordo y Pérez.
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