Estación de
salida: Piketty-Sánchez. El segundo amplía ante el público socialista la
figura de Piketty, a la vez que refuerza su posición con los argumentos
igualitarios del primero. Piketty, sin embargo y de entrada, alerta:
modificar la imposición para obtener la igualdad es tarea compleja. Algo
así, como dijera Josep Plá, sobre la elaboración del suquet de peix, se
trata de una simple cuestión empírica.
El
capitalismo es Historia viva, la nuestra, evidentemente; un
sistema cuyos fallos no son inevitables (desigualdades y burbujas
financieras de 1929-2007), tampoco fundamentales. El
igualitario paraíso comunista, Piketty no deja de señalarlo en su
“Capitalismo…..”, no consiguió nada de lo que prometía. El
capitalismo sigue vivo, es la elección con la que convivimos.
La social democracia, como predica el mensaje cristiano, ha
buscado la compasión, dulcificar esos fallos del sistema que no
son inevitables, como le ocurre a la desigualdad. Pero su tarea es
política, compleja, la compasión no basta.
La desigualdad
actual es el resultado de dos causas interrelacionadas: el gran
crecimiento del sector financiero y la explosión de las
remuneraciones de los ejecutivos. Dos causas que reclaman
actuaciones correctoras por el lado de la fiscalidad y el gasto
público.
En el capitalismo anglosajón que se desarrollo
entre 1930-70, los gobiernos demócratas, conservadores y
laboristas, aplicaron tipos impositivos del 70-80% que no
impidieron el crecimiento económico y acortaron diferencias
entre ricos y pobres, mientras las empresas buscaban sus
beneficios en el medio y largo plazo.
Atkinson y Morrelli
(Oxford Martin School) han publicado en 2014 un Chartbook of Economic
Inequality, sumándose al debate central sobre la desigualdad
popularizado por Piketty, que, en el prefacio de la edición
francesa, agradece el apoyo de Atkinson “ sin cuya ayuda su proyecto
hexagonal no habría tenido una dimensión internacional”.
En
1920, el 1% de los más ricos recibía el 15-20% de los ingresos en los
países desarrollados. Alemania, destaca John Key, en el Financial
Times, era especialmente desigual. En los 50 años siguientes el
porcentaje de ingresos de ese 1% se había reducido al 7-10% del
total.
La participación de los más ricos en la renta global
descendió desde 1914 a 1977, pero desde 1979 la diferencia entre las
ganancias entre ricos y pobres se ha duplicado, una vuelta a los
años 30. La gran diferencia con aquél entonces está en los índices
de pobreza mundial, efecto asiático, que han venido disminuyendo
desde 1990.
En las sociedades europeas y estadounidense se
acentúa la curiosidad por conocer las raíces y la intensidad de
esas desigualdades, a la vez que crece la desconfianza hacia los
dirigentes financieros y autoridades políticas a quienes se
responsabiliza de esta nueva expansión de la desigualdad. Un
terreno abonado para la denuncia de las castas y la captación de
feligreses, pero también un reto para los partidos
socialdemócratas.
¿Cómo compatibilizar la corrupción de
la desigualdad y el estímulo a un crecimiento económico
sostenido?. La propuesta a los electores no puede ser otra cosa que
una estrategia que permita rebajar el muro de la austeridad sin
derrumbar los equilibrios básicos: cuentas públicas e
intercambios con el exterior equilibrados, lo que exige un gasto
público adecuado.
Este es el tipo de mensaje que propone
Piketty y que Pedro Sánchez ordena políticamente pero que todavía
no ha expresado de manera contundente de cara a las elecciones,
las municipales en primer lugar. ¿Los candidatos para las
circunscripciones de Madrid y Valencia ofrecen un perfil que se
ajuste a estos mensajes?
Continua la tournée de Piketty pasando
por Podemos que se felicita de las recomendaciones sobre
renegociación de la deuda .El Libro y su tesis, “el rendimiento
del capital supera al avance del crecimiento económico” resulta
dramáticamente vigente.
El Retiro caldeado por el sol
invernal con preguntas peripatéticas: ¿Qué pasaría si el
estancamiento de los precios se convirtiera en inflación como
ocurrió entre 1950 y 1980? ¿Porqué las reformas estructurales no
incluyen el control del sector financiero y los sueldos de los
directivos?
(*) Técnico comercial del Estado
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