Lo sucedido
este martes en el proceso de instrucción del caso Bankia no hay quien lo
entienda. Fue tan duro el interrogatorio al que sometió ayer el abogado
del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a los peritos
del Banco de España que elaboraron el informe sobre Bankia que el Juez
de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, tuvo que salir en su defensa.
¿Por qué este ensañamiento con los expertos? Ellos no son los
responsables de lo que ha sucedido en Bankia.
Al
explicar los peritos que pudieron cometer errores porque Bankia no
les dio toda la información que solicitaron, el abogado del FROB
les recriminó que no soliciataran esa información por una
segunda vez. Fue el momento en el que el juez le explicó que Bankia,
en su condición de imputada, "puede colaborar o no, y en este caso
no lo hizo".
Todo lo sucedido ayer en el interrogatorio
plantea enormes dudas sobre lo que poudieran estar buscando las
partes. ¿A qué se debe una intervención tan dura del
representante de los intereses del Estado en la banca intervenida
contra los peritos designados por el Banco de España?
Habrá
que esperar a lo que suceda tanto hoy como en los próximos días en la
Audiencia Nacional en la que tendrán que seguir explicando su
informe. Las pruebas periciales parecen evidenciar errores de
bulto. ¿Tendrá consecuencias para la validez de la instrucción? De
ser así daría lugar a todo tipo de sospechas.
Porque Bankia
insiste en que ha cumplido todos los requerimientos del
magistrado y que no está de acuerdo con la reclasificación de la
valroación de riesgos que hicieron los nuevos gestores. Los
peritos argumentaron en su disculpa que la primera vez cuando
pidieron datos para poder realizar la reclasificación de los
riesgos asumidos por la entidad tuvieron que esperar dos meses, por
lo que optaron en no volver a pedir información adicional para no
eternizar el proceso.
Después de más de cinco horas de
comparecencia ante el juez, los peritos Antonio Busquets y Victor
Sánchez Nogueras tendrán que responder hoy al abogado de Bankia. Se
espera también para hoy una sesión muy movida después de que se
hayan mostrado discrepancias importantes entre los peritos y los
abogados tanto del FROB, Fernando Izcún, como del Banco Financiero y de
Ahorros, Rafael García Llaneza.
Los peritos han admitido que
pudieron cometer errores al no disponer de los datos necesarios
que solicitaron para poder valorar los riesgos de Bankia ya bajo la
presidencia de José Ignacio Gopirigolzarri, como en la evaluación
que hicieron sobre lo cobrado de forma inocrrecta por algunos de los
exconsejeros. En este caso también la justificación fue la de
no contar con los datos suficientes de los cargos que ocupaban en
cada momento los respectivos consejeros.
Puede entenderse
el error en el caso de la clasificación de los créditos mal
clasificados al no haber obtenido la información que
necesitaban para no alargar el tiempo en el que debían entregar el
informe al juez, pero en este segundo caso resulta más dificil de
entender.
Según queda escrito en sus informes, los peritos
detectaron irregularidades en el cobro de dietas por parte de tres
consejeros, Rodrigo Rato, José Manuel Fernández Norniella y José
Luis Olivas, que ya recibían un sueldo, lo que pudo suponer recibir
de forma indebida 1,478 millones. En cuando a otros consejeros que
recibían dietas además habrían sido compensados por asistir a
otros consejos, además de conseguir aportaciones a sus fondos de
pensiones, lo que habría llevado a que recibieran 2,84 millones
más de lo que les correspondería.
Si esto no es así, ¿por qué
no pidieron la información a la representación de los
querellados? No se trata de hacer una defensa a ultranza de los
exconsejeros. Pero una precipitación de estas
características que puede agravar su situación de imputados
podría tener consecuencias no buscadas. Si el abogado de BFA ha
explicado que presentará un escrito detallado con todas las
retribuciones y que no hubo simultaneidad en el desempeño de
varios cargos, se lo podían haber pedido con anterioridad.
Parecen
quedar pocas dudas sobre los enormes errores cometidos en la gestión
de Bankia antes, durante y después de su colocación en bolsa.
Pero cuando se encarga a unos expertos que hagan en nombre de la
entidad pública más solvente del país en materia de supervisión,
se espera que lo hagan con todos losmedios y sin que se les oculte
ningun dato.
Si el informe no fue hecho así tendrían que
haberlo advertido con anterioridad. Las sospechas de que en la
resolución del caso hay muchos intereses ocultos resultarán
dificiles de evitar. Y esto sin tener que acudir a las no siempre
comprensibles explicaciónes del juez suspendido, Elpidio Silva.
(*) Periodista
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