jueves, 4 de agosto de 2011

Los indignados ejercen de improvisados socorristas en Barcelona

BARCELONA.- Los indignados volvieron a subir ayer hasta el Hospital de la Esperanza en el barrio barcelonés de Gracia para para evitar que el servicio de urgencias cierre a las ocho de la noche, como ha previsto el Govern cada día de agosto. Algunos activistas se encerraron en la sala de espera con la intención de pasar la noche, pero poco después tuvieron que ejercer de improvisados socorristas cuando una joven que acudía al centro para ser atendida vio negado el acceso y acabó perdiendo el conocimiento a las puertas del hospital, revela hoy 'Público'.

En medio de la protesta aparecieron tres vecinos en taxi y con una urgencia de verdad. Una joven, de nacionalidad estadounidense, se encontraba mal. En la Esperanza le negaron la entrada y le dijeron que se trasladase hasta el hospital de Sant Pau. Poco después se desmayó, según explicó a Público su hermana. 
La comisión de salud de los indignados, entre los que había enfermeros, asistieron a la mujer y la reanimaron tras practicarle el boca a boca. 
Tras esos momentos de tensión, la dirección accedió a abrir el hospital y atender a la chica. Más tarde llegó una ambulancia y la trasladó hasta otro hospital que no estaba afectado por el polémico horario de verano. 
La medida del encierro es una protesta contra la política de recortes del Govern de la Generalitat, que obliga a 85 ambulatorios y centros de atención primaria de toda Catalunya a cerrar las urgencias en agosto a partir de las 20:00 horas y deriva todos los servicios al resto de hospitales.
En el caso de La Esperanza, los vecinos de Gracia que tengan una urgencia durante la noche se tienen que trasladar a hospital de la Sant Paul o de la Vall d´Hebrón.

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