jueves, 4 de agosto de 2011

Los indignados vuelven a la calle para dar fuerza al movimiento

¿Demócrata? ¡No te calles! Toma la calle», decía una de las pancartas de los manifestantes que ayer volvieron a intentar tomar la madrileña Puerta del Sol como protesta porque el martes la policía destruyó el puesto de información que mantenía allí el 15-M. Fue el segundo día de protesta callejera en la capital española -ahogada de nuevo por un gran despliegue policial-, secundada a menor escala en Barcelona, que encaja dentro de la intención del movimiento de ganar más presencia en la calle después de unas semanas en las que su trabajo se ha trasladado a las diferentes comisiones y asambleas de barrio, según análisis de 'El Periódico de Calalunya'.

Tanto ayer como el martes la protesta en Madrid no fue tan numerosa como durante la acampada, pero aún así hubo centenares de personas . Estamos en agosto, es más difícil movilizar a la gente, pero los indignados niegan que el 15-M esté atravesando por una etapa de perfil bajo que suponga una merma en su actividad. La idea general es que el camino hasta conquistar sus aspiraciones es una carrera de fondo, aunque no descartan sacar la artillería pesada de las redes sociales si la situación lo requiere. Como ayer, como el martes.

En Barcelona, los indignados han optado por canalizar su acción en la calle en las protestas por los recortes de Salut. Tanto en la asamblea del martes como en la de ayer se debatió cómo vehicular las acciones de protesta por el cierre nocturno del servicio de urgencias del Hospital de L'Esperança, en el barrio de Gràcia. Desde el lunes, decenas de indignados se han desplazado al hospital con la intención de colapsar el servicio de urgencias, registrándose para ser tratados de distintas dolencias.

MUCHA FUERZA EN SEPTIEMBRE  
Ya no se trata solo de 15-M, sino de varios colectivos que reman en la misma dirección, la de la protesta y la participación ciudadana, escandalizados con lo que consideran injusticias sociales, como la plataforma de afectados por la hipoteca. Su portavoz y miembro del 15-M, Eloy Morte, cree que las movilizaciones van a coger «muchísima fuerza» en septiembre. «Es una lucha de todos», dice, a la vez que alerta de que la actuación policial «solo lleva a la gente a salir más a la calle». Eso, pese a que estamos en agosto, como señala Bea, de la comisión de comunicación. «El sentimiento es el mismo que al principio. La gente tiene ganas de salir a la calle, quizá no para acampar, pero sí para reivindicar».

MANIFESTACIÓN Y REFERENDO 
La primera manifestación prevista tras el verano será el 25 de septiembre y esperan una «afluencia masiva». Menos de un mes después se celebrará (el 15 de octubre) una concentración convocada a escala europea. Si la tecnología lo permite, irá acompañada de un referendo sobre puntos clave en las reivindicaciones del colectivo, como la reforma de la ley electoral.

Sin embargo, mientras llega septiembre, los que no se han ido de vacaciones siguen trabajando en el seno de las diferentes comisiones (entre otras, en una síntesis de propuestas para mostrar que se han alcanzado muchas y que el movimiento sigue vivo). Hoy mismo, en Málaga se celebra un encuentro entre representantes nacionales de Democracia Real Ya y el movimiento 15-M para debatir sobre el futuro de este.

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