DAMASCO.- Las fuerzas de seguridad sirias mataron al menos a 16 civiles en distintos lugares del país con motivo del viernes declarado jornada de "antes la muerte que la humillación", al tiempo que la Unión Europea decretó un embargo sobre las exportaciones petroleras procedentes de Siria.
El embargo de las importaciones de petróleo sirio debe tener un impacto evidente en el régimen de este país: la UE compra el 95% del petróleo exportado por Siria, lo que representa entre un cuarto y una tercer parte de los ingresos de Siria.
Pese a las sanciones, las autoridades sirias continuaron con su política de represión. "Ocho personas, entre ellas una adolescente de 16 años, murieron hoy (viernes) cuando las fuerzas de seguridad dispararon para dispersar manifestaciones en Erbin, Kfarbatna, Duma y Hamuriyé", a las afueras de Damasco, mientras que otras cinco personas murieron en Homs (centro) y en Talbissé (provincia de Homs) y tres en Deir Ezzor (este), según el OSDH.
Por otra parte hubo "disparos graneados contra todo lo que se movía o toda persona que salía de su casa en el barrio de Bab el-Sbaa, en Homs", denunció el OSDH. En Harasta, en la región de Damasco, "cinco vehículos militares transportando soldados fuertemente armados han disparado a todos lo que se movía en las calles", según el OSDH.
Los militantes subrayaron que las manifestaciones eran "pacíficas" contra un régimen que, desde el inicio de la revuelta, el 15 de marzo, rechaza admitir la importancia de la contestación y atribuye la violencia a "grupos terroristas armados".
La agencia oficial Sana informó de que tres miembros de las fuerzas de seguridad fueron asesinados el viernes y otros resultaron heridos "por los disparos de grupos terroristas que les atacaron en Hamuriyé, Erbin y Talbisé".
Las fuerzas de seguridad, según Sana, mataron a "cuatro individuos armados" en estos "ataques" en las tres localidades mencionadas.
Sana también informó de que "un grupo terrosita armado en la ciudad de Jan Chijon, en la provincia de Idleb (noroeste), ha secuestrado al capitán Wael el Ali de las fuerzas de seguridad".
No es posible comprobar estas informaciones en el terreno porque el régimen limita los desplazamientos de la prensa extranjera.
La represión de las manifestaciones provocó más de 2.200 muertos desde mediados de marzo, la mayoría civiles, según la ONU. Los activistas denuncian, además, la detención de más de 10.000 personas desde el inicio del movimiento.
Estados Unidos y la UE no logran alcanzar un consenso en la ONU para sancionar el régimen de Damasco, fundamentalmente por la oposición de Rusia, tradicional aliado de Siria.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, afirmó el viernes que su país "desarrollará" contactos con la oposición siria para que cese la represión en Siria, un día después de que su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, pidiera a la comunidad internacional que aumente la presión sobre el presidente sirio, apuntando a las exportaciones de petróleo y gas para forzar su dimisión.
Juppé aseguró que el nuevo paquete de sanciones de la UE muestra "su determinación frente al comportamiento inaceptable de los dirigentes sirios".
El gigante petrolero francés Total anunció el viernes que respeta el embargo sobre importanción de crudo, pero que continuará con su producción en el país.
Rusia, por su parte, desaprueba el embargo petrolero, declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
"Siempre hemos sostenido que las sanciones unilaterales no producen nada bueno. Destruyen la posibilidad de abordar de manera concertada cualquier crisis", dijo Lavrov, citado por la agencia Interfax, en declaraciones a la prensa en Dusambé, donde asiste a una cumbre regional. "Estamos en contra de las sanciones unilaterales. En general, las sanciones rara vez solucionan algo", agregó.
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